La administración de Mauricio Macri espera que los combustibles no aumenten antes de las elecciones, cuando deberían someterse a una nueva revisión de sus precios, según un acuerdo firmado por las empresas y apadrinado por el Gobierno. Así lo deslizaron allegados al Presidente, que pidieron la reserva de su nombre.
A principios de año, las empresas acordaron llevar a cabo una revisión trimestral del precio de los combustibles sobre la base de una fórmula que contempla los principales factores que afectan los costos de las naftas y el gasoil, entre los que se destacan el precio del crudo (explica la razón de un 80% del costo de la refinerías), el de los biocombustibles y el tipo de cambio.
Las empresas revisaron sus pizarras de acuerdo con la nueva fórmula en abril pasado. En esa ocasión los precios bajaron 2,6% en el gasoil y 0,1% en el caso de las naftas. En la siguiente revisión, en julio, las naftas aumentaron 7% y el gasoil, un 6%.
La siguiente revisión debería ocurrir en octubre. El Gobierno cree que no habrá subas por varios motivos. En primer término, tras la escalada antes de las elecciones, la cotización del dólar volvió a bajar. Y Estados Unidos impuso trabas a la importación de biocombustibles argentinos, algo que podría deprimir su precio.
Finalmente, puede que las petroleras decidan no «ensuciar» el clima preelectoral con un aumento en las naftas y el gasoil, cuyos valores despiertan molestias entre los consumidores.
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