De uniforme de minero y con una luz en la frente, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, garantizó la continuidad del yacimiento de carbón y la terminación de la central termoeléctrica. Pero detrás de la promesa aclaró que ese proceso tendrá como eje la rentabilidad y la transparencia.
De este modo confirmó el respaldo del gobierno nacional a la obra que el kirchnerismo dejó sin concluir y por cuya gestión hay más 13 denuncias penales realizadas por la actual intervención que apuntan al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido.
Aranguren, que llegó a Río Turbio acompañado del subsecretario de Desarrollo Minero, Mario Capello, y el diputado nacional Eduardo Costa (UCR-Cambiemos), confirmó que se avanza para terminar con la intervención de la empresa estatal y formar dos figuras jurídicas distintas, una para el yacimiento y otra para la central térmica. “Es lo que hay que hacer para lograr ser eficientes, producir carbón y poder producir energía eléctrica. Creemos que si se hubiera mantenido la estructura conjunta se produciría lo que se ha producido: ineficiencia, corrupción y también actividades que hacen una operación totalmente inconveniente para el Estado nacional; por lo tanto, la entidad va a estar separada”, dijo el funcionario.
El ministro de Energía llegó a esta ciudad fronteriza luego de recorrer por tierra los casi 300 kilómetros que la separan del aeropuerto de El Calafate. Ingresó al yacimiento de carbón en las galerías donde la intervención trabaja para despejar un derrumbe que permitirá dar ventilación a la mina e iniciar los trabajos de la extracción de carbón. Hoy, a las 6, Aranguren volvió a ingresar al yacimiento de carbón más grande de la Argentina para llegar al lugar donde 14 mineros murieron en 2004, en la peor tragedia minera de la historia moderna. “Desde un primer momento el gobierno de Cambiemos tomó la decisión de recuperar el yacimiento, primero para trabajar en las condiciones de seguridad y poder lograr que los operarios de la mina lo hagan siempre protegiendo sus vidas, y a posteriori tener la oportunidad de recuperar la mina y la central térmica”, dijo Aranguren, quien con su presencia marcó la segunda visita en 15 días de un ministro nacional a Santa Cruz.
El anterior había sido su par del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, quien llegó hasta donde está previsto construir las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
Respecto de la construcción de la central térmica a carbón, Aranguren confía en que Isolux, la constructora de la usina, pueda resolver la convocatoria de acreedores que tramita en España para poder reiniciar la obra inconclusa. Dijo que el Gobierno decidió la continuidad del proyecto luego de “analizar concienzudamente lo realizado”. “Nuestro compromiso es hacer que esta operación se realice en forma rentable, buscando reducir los costos, pero al mismo tiempo encontrar una salida a una obra que empezó, pero nunca se supo cómo se cumplió el presupuesto”, y recordó que la actual intervención de Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT), encabezada por el radical Omar Zeidán, fue la que realizó las denuncias sobre la anterior gestión. “Nuestro objetivo es hacerlo, pero bien, y eso es encontrar un punto de rentabilidad del yacimiento y de la central térmica”, agregó.
El ministro afirmó el fuerte interés para que la mina entre en producción. “Cuanto antes podamos lograr que la mina produzca al menos la mitad de lo que necesitamos, 50.000 toneladas por mes. Estamos a semanas de que eso ocurra”, finalizó Zeidán. La producción es necesaria para alimentar al menos uno de los módulos de la usina.
Cuando la usina de carbón esté finalizada, por la cinta transportadora que une la mina con la central térmica deberán viajar alrededor de 1,2 millones de toneladas de mineral para alimentar las dos calderas. “Ya que tenemos esta obra que se hizo, que costó mucho más de lo que debería haber costado, por las razones que hemos denunciado en la Justicia”, dijo el interventor de la empresa. Por esas acusaciones que presentó la nueva gestión, De Vido ha sido imputado junto a varios funcionarios del área, así como también a ex ejecutivos de Yacimiento Carbonífero Río Turbio.