En el último día de actividad preelectoral, la agenda del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, volvió a girar sobre el eje que lo obsesiona en este tramo de su gestión: conseguir dólares. Primero les pidió formalmente a las empresas mineras que vuelquen fondos a través del bono Baade, mientras que en la tradicional ‘escuelita’ con los comerciantes ratificó que en un año espera sumar US$ 5 mil millones a través de esos títulos. Todo, manteniendo la promesa de que reconocerá una cotización más alta para esas inversiones a través de un mercado secundario, más allá de lo que digan las resoluciones del Banco Central que, según aseguró ayer, no rigen.
A primera hora, recibió a las mineras y les pidió que ingresen al país US$ 300 millones bajo el paraguas del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade). Lo escucharon 14 directivos de las ocho principales productoras metalíferas del país, entre los que se encontraban representantes de Barrick, propietaria de la mina de oro Veladero, Glencore Xstrata (Bajo la Alumbrera) y AngloGold Ashanti (Cerro Vanguardia), entre otros.
Más tarde, con supermercadistas, Moreno relató que este pedido se suma a otros que se realizaron a sectores beneficiados por el modelo como cerealeras, bancos, automotrices, telefónicas y a los grupos empresarios comandados por Eduardo Eurnekian, Carlos Bulgheroni y Marcelo Mindlin. Allí, entre un aplauso de un minuto a la memoria de Néstor Kirchner, ya que este domingo 27 se cumplen tres años de su muerte, Moreno redobló la apuesta y estimó que en un año –hasta junio del año próximo– recolectará US$ 5 mil y US$ 6 mil millones con el Baade y el Certificado de Depósito de Inversión (Cedin), instrumentos del blanqueo que están vigentes, en principio, hasta fin de año. Distendido, el secretario aprovechó para recomendarle a los asistentes que “voten bien”. De cara al lunes, dijo que “no habrá cambios” después de las elecciones, según detalló el titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich.
El cónclave minero, en tanto, fue la segunda reunión oficial por los aportes. La primera había tenido lugar la semana pasada en el Palacio de Hacienda, liderada por el viceministro de Economía, Axel Kicillof, que ayer no participó del encuentro donde estuvo el coordinador del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, y el secretario de Minería, Jorge Mayoral.
Kicillof y Moreno quieren convertir al Baade en un mecanismo para que los privados inyecten divisas en la economía argentina a un tipo de cambio más competitivo, a mitad de camino entre el oficial y el blue. Por eso Moreno aclaró que el lanzamiento de un mercado secundario para el bono, uno de los pedidos de las mineras, no está sujeto a la modificación del marco regulatorio actual. “La venta en pesos del Baade está prevista por la Ley (de Exteriorización)”, respondió y dejó entrever que el Gobierno garantizará la existencia de una oferta para los bonos.
En ese marco, el funcionario dejó al desnudo su pelea con Mercedes Marcó del Pont y pidió a los ejecutivos que no presten atención a la Comunicación “A” 5487 del Banco Central que estableció que las empresas que suscriban Baade con divisas provenientes de financiamientos del exterior deberán conservar esos títulos en cartera hasta su vencimiento. “Esa normativa es para un sector en particular. No aplicará a este caso”, expresó, según pudo reconstruir PERFIL en base al testimonio de tres asistentes. Las mineras exportan por US$ 5 mil millones al año.
Lejos de los pedidos de Baade, un grupo de jóvenes empresarios de la Confederación General Económica (CGE) le regaló a Moreno la semana pasada por su cumpleaños un cachorro Bulldog. El secretario lo bautizó Ider, en honor al “amigo fiel” Peretti, el presidente de la CGE. “Nos une una gran amistad”, dijo a PERFIL sobre el homenaje.