El Gobierno se apresta a tomar la decisión concerniente a la industria petroleramás importante de los últimos años. Si se cumple lo anunciado ayer por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, a directivos del sector en una reunión mantenida ayer, el Ejecutivo pesificará en los próximos días las operaciones de compra y venta de crudo en el mercado interno. En rigor, la iniciativa que preparan en el Palacio de Hacienda establecerá un tipo de cambio diferencial para el petróleo que se comercialice en el mercado local. El objetivo de fondo, claro está, es evitar que la brusca devaluación del tipo de cambio -un 25% en enero-, que afecta de especial manera a un negocio altamente dolarizado como el petrolero, se traslade a los precios de las naftas y gasoil y surtidores.
Fue una jornada agitada para la industria petrolera. A las 11 directivos de compañías del upstream de hidrocarburos (exploración y producción) arribaron a las oficinas de Hipólito Yrigoyen. Se hicieron presentes directivos de YPF, Pan American Energy (PAE), Chevron, Total, Petrobras y Pluspetrol, entre otros. La convocatoria la habían recibido el día anterior, en horario vespertino, sin especificar la agenda de encuentro.
Ya en Economía, Kicillof los recibió con una noticia que no esperaban: les comunicó que se está terminando de definir la letra fina de una medida que fijará un nuevo tipo de cambio para las transacciones de crudo en el mercado doméstico. La intención, según comentó, consiste enretrotraer el valor del dólar al que tenía el 21 de enero ($ 6,88) y mantenerlo invariable hasta principios de marzo. En la práctica, eso implica una pesificación ad hoc del sector petrolero, una medida que la Casa Rosada siempre se rehusó a tomar por el efecto negativo sobre la captación de inversiones del exterior.
Son muy pocos los países que se animaron a disociar los precios del petróleo de los indicadores internacionales. Sólo Venezuela y algunos países de la OPEP de Medio Oriente pudieron darse ese lujo amparados en la enorme cantidad de reservas del hidrocarburo. El crudo es el commodity por excelencia y, salvo esas excepciones, las operaciones de comercialización se estructuran en base a cotizaciones de alcance mundial ( WTI, Brent y Canasta OPEP, entre otros).
La iniciativa del Gobierno terminó de tomar forma en una segunda reunión que se concretó por la tarde, esta vez con representantes del downstream, como se conoce en la jerga petrolera a las refinadoras. Allí,Kicillof precisó que se ordenará a las compañías del sector dejar sin efecto los aumentos de los combustibles ordenados desde el 21 de enero, según pudo reconstruirEl Inversor Onlineen base a testimonios de asistentes a la reunión. En los hechos, el pedido alcanzaría sólo a Shell, que el lunes ordenó un incremento del 12% en todas sus estaciones, y en menor medida a Petrobras y a Oil, que autorizaron algunos aumentos menores en bocas de expendio del interior del país.