Las políticas económicas con las que Macri buscará salir de la actual crisis ya estarían decididas. Entre las decisiones, hay una que afecta directamente a San Juan: la vuelta de las retenciones a las exportaciones mineras.
Segùn trascendió, el equipo de Dujovne implementará gravámenes a los sectores agroindustriales, el campo y también a la minería. Este último sector había dejado de pagar retenciones en 2016, tras un anuncio que hizo el mismo Mauricio Macri en San Juan. Pero ante la presente crisis, decidieron volver a recaudar fondos con estas herramientas, para poder sacar la economía argentina del déficit fiscal.
Estas medidas se anunciarán mientras viajan Dujovne y Caputo a Washington, donde se reunirán con representantes del FMI para flexibilizar el acuerdo vigente y permitirle al Central intervenir con más contundencia en el mercado cambiario.
La propuesta con la que Dujovne busca convencer a Lagarde primero y al board del FMI después es profundizar el ajuste: pasar de un techo déficit de 1,3% del PBI a 0% en 2019.
Con el 70% de las erogaciones del fisco vinculadas a salarios, jubilaciones y ayuda social, la mira esta puesta en seguir bajando los subsidios y en recortar aún más los fondos para la obra pública. Pero a un año de las elecciones esa opción es resistida.
Por eso, el camino de Dujovne es aumentar los ingresos. El plan incluiría aplicar retenciones generalizadas de entre 5 y 10% a las exportaciones del campo, la industria y la minería. También estaría definido que la rebaja de impuestos prevista en la reforma impositiva se congelaría.
Además está bajo análisis, pero con menores chances de prosperar, aplicar un impuesto al turismo en el exterior, llevar la alícuota de Bienes Personales al 1% e implementar modificaciones en el monotributo para que la categoría más alta deje ese régimen y pase a pagar IVA y Ganancias.
El objetivo es acordar con el FMI un nuevo esquema de desembolsos. Según el acuerdo original, de los US$50.000 millones que aporta el FMI, US$15.000 millones vendrían este año en tres tramos y el resto de manera escalonada hasta el 2021. Ahora se busca acelerar la llegada del dinero para asegurarle al mercado que la Argentina está sólida para cubrir los vencimientos de 2019.
Con el dólar en la zona de $40 y pese a las quejas del campo, la imposición de retenciones es la medida que más consenso despierta, fuera y dentro del Gobierno. “Una vez que el mercado te gatilló el salto cambiario, hay que encontrar el mecanismo para que el fisco se apropie de ese beneficio. No podés permitir que el mercado te coordine la redistribución del ingreso”, dijo Marina Dal Poggetto, directora de la consultora Eco Go. “Las retenciones tienen doble vía: cierran fiscalmente y moderan el traslado a precio en el mercado interno”, agregó. Para la economista, fijar un impuesto al turismo con un dólar a $40 “es pírrico. Tendría más sentido que los bancos públicos dejen de vender pasajes en cuotas”.
Martín Alfie, director de Radar Consultores, coincidió con que “con el dólar en $38 hay un cierto colchón que permitiría establecer esa medida que no termina tampoco de ser del todo positiva. Políticamente tiene costo, pero con este contexto tocar el gasto es más recesivo que subir impuestos”.
Para Alfie “un impuesto al turismo y no a la compra de divisas es muy fácil de eludir. Es más simbólico que el efecto fiscal que pueda tener. Lo del monotributo es bastante complicado, no lo veo como una solución. En cambio, lo de Bienes Personales es lo más lógico si pensamos en distribuir el ajuste de una manera más equitativa. El freno a la rebaja de las contribuciones patronales no sería algo tan negativo”.
Fuente: Tiempo de San Juan