La autorización que pidió Barrick, hoy Minera Andina del Sol, para sacar casi 400 toneladas de mercurio de la mina Veladero va bien encaminada. A tal punto que para abril está previsto el primer paso: la habilitación para reconocer al metal como un residuo peligroso. Tras superar esa fase, la apuesta de la cartera dirigida por Juan José Aranguren es que el megaoperativo de traslado y exportación del mineral se inicie en el segundo semestre de este año.
El que dio detalles sobre el proceso para trasladar el mercurio de Veladero fue Juan Andrés Trebino, subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental y Prevención de la Contaminación del Ministerio de Ambiente. El funcionario confirmó que la cantidad del metal líquido depositado bajo estrictas normas de seguridad es de unas 370 toneladas. Es la persona que tiene a cargo dos procesos administrativos clave para retirar el material. Uno es inscribir a Minera Andina del Sol como generador de un “residuo peligroso” como el mercurio, que se obtiene como subproducto de la producción de oro.
El traslado que prepara la empresa atravesará otras provincias, varios países y finalizará en una mina de sal en Alemania, previo paso por Suiza donde será convertido en cinabrio (sulfuro de mercurio). Según Trebino, el expediente que inició la minera para poder sacar el material se generó luego de un pedido específico de la cartera a la que él pertenece, debido a que sobre el mercurio comenzó “una gran presión mundial para su tratamiento” y que la Argentina “ratificó un acuerdo internacional para su regulación”.
Además, el mineral es un subproducto de bajo valor internacional como materia prima, por lo que Veladero dejó de venderlo en 2014. Así, desde ese año lo viene acumulando y hoy tiene unas 370 toneladas en un depósito especial. “La semana pasada estuvimos en la mina e hicimos la inspección del lugar de acopio. Ahora tenemos que hacer el informe técnico y legal. Con eso listo, estamos en condiciones de incorporar a la empresa como generadores de residuos peligrosos. Eso estará listo en un mes. Paralelamente está el expediente de exportación. Ahí, ellos nos tienen que denunciar las vinculaciones comerciales para ver quién se los compra, cuál es el destino final, cómo lo van a trasladar y cuáles son los lugares y países en tránsito que va a recorrer el mercurio. Eso es clave para que nosotros notifiquemos a los diferentes países y generar el ok para que acepten el tránsito y la recepción. Es un trámite relativamente rápido”. Por eso es que el megaoperativo comenzará este año.
Es la primera vez que se genera este tipo de protocolo para sacar mercurio del país como residuo peligroso y que contempla esas cantidades. “Yo soy de la teoría de que a los residuos hay que gestionarlos, porque el riesgo latente es acopiarlos”, señaló. Además llevó tranquilidad al manifestar que el traslado que se hará con el mercurio “se hace con otros productos, como el PCV (policloruro de vinilo) que se exporta a Francia o Bélgica para ser incinerado, por lo que no es inconveniente”.
La Convención de “Minamata”, el primer convenio internacional que regula el uso del mercurio y que subscribió la Argentina, fija dentro de sus pautas la realización de un inventario para determinar quiénes generan el metal en el país y cómo lo acopian. Por eso, desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación comenzaron a hacer los trabajos necesarios para generar el registro.
Además del inventario, se establece un protocolo de tratamiento del mercurio para su exportación como residuo peligroso que servirá para otros emprendimientos mineros, como Lama.
Fuente: Diario de Cuyo
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