El Gobierno quiere retrotraer el valor de las tarifas eléctrica al valor de 31 de diciembre y evitar que las distribuidoras provinciales aumenten las boletas de luz durante los próximos 180 días. Así se lo expresó Roberto Baratta, coordinador del Ministerio de Planificación, a ministros y delegados provinciales en una reunión realizada el miércoles pasado en la Secretaría de Energía, de la que también participaron Daniel Cameron, titular del área, y Ricardo Martínez Leone, flamante interventor del ENRE, el ente regulador de electricidad, que responde al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
En rigor, la Casa Rosada apunta a sellar con las provincias el ‘Plan de unificación tarifaria para reforzar el federalismo eléctrico’, a fin de congelar las tarifas de electricidad en el interior del país. Es que a diferencia de área metropolitana, concesionada a Edenor y a Edesur, que siga bajo la órbita del Gobierno nacional, las distribuidoras provinciales han acumulado importantes subas de las boletas residenciales. Por eso, la energía cuesta en Córdoba y Santa Fe seis o siete veces más que en Buenos Aires.
Con esta iniciativa -planteada a los representantes provinciales en el Consejo Federal de Energía Eléctrica-, el Gobierno pretende terminar con esas divergencias. A cambio, se comprometerá a financiar obras eléctricas en las provincias, especialmente en distribución, el segmento más deteriorado del sistema.
“La medida tiene una naturaleza política. Frente a un escenario inflacionario y tras avalar una fuerte devaluación de la moneda, el Gobierno quiere enviar una señal positiva: el congelamiento de las tarifas eléctricas en el interior”, expresó a El Inversor Online uno de los asistentes. Un acuerdo de este tipo funcionaría, además, como un dique de contención de eventuales aumentos en las áreas de Edenor y Edesur, que tienen tarifas muy atrasadas. “Así, se evitaría que las subas se espiralicen en las provincias”, agregó otro funcionario.