El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, elevó a la Legislatura provincial el proyecto de ley para prohibir la instalación de una central nuclear en la provincia, que será tratado en la sesión del próximo viernes, y ratificó su posición al asegurar que «nunca hubo ningún acuerdo firmado» con el gobierno nacional que obligue a la provincia a autorizar la construcción de la planta.
En declaraciones radiales, Weretilneck planteó que «nunca hubo ningún acuerdo firmado con la provincia de Río Negro. Sólo existen dos acuerdos entre el gobierno de China y el de Argentina». «El primero de ellos se firmó en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, donde el país asiático se compromete a construir las dos centrales hidroeléctricas en Santa Cruz y las dos centrales termonucleares, una en Atucha y la quinta en otra región», recordó el mandatario.
El mandatario provincial explicó que «ese convenio fue aprobado por el Congreso Nacional, incluso con el aval de los legisladores nacionales que hoy dicen estar en contra de la central» y que luego el presidente Mauricio Macri «mantiene este convenio firmado por el país, y se le propone a Río Negro construir la central acá».
Las declaraciones de Weretilneck contrastan con sus dichos de mayo último, cuando confirmó desde China, donde acompañó a Macri en su visita oficial, que Río Negro construiría una planta nuclear e informó respecto de la firma del convenio para construir la quinta central nuclear del país, obra con inicio previsto para 2020.
«En un acuerdo que se cerró esta mañana con la mayor empresa nuclear de China, la quinta central nuclear de generación de energía va a estar emplazada en Río Negro», había dicho el gobernador en alusión a la National Nuclear Corporation China (CNNC) desde el país asiático.
Hoy, y ante los cuestionamientos del diputado nacional Sergio Wisky (Cambiemos) acerca de que el cambio de postura oficial frente al tema «cambiaría el trato de Nación a Río Negro, Weretilneck expresó su deseo de que «no haya reprimendas de Nación». «Esperemos que no se transforme en una realidad y sean sólo palabras», indicó.
Wisky había asegurado que el rechazo del gobernador a la instalación de la central es «un grave error que va a tener consecuencias en la relación con el gobierno nacional». «Como Gobierno de la Provincia no tenía sentido seguir planteando este tema con un rechazo tan importante de la gente y sin posibilidades de revertir esta situación. Es un proceso largo, porque se iba a comenzar a construir en 2020 para terminarse en 2027. Era el momento para tomar una decisión porque todavía no había ningún contrato o documento firmado y solo se estaba trabajando en la elección de los posibles lugares de emplazamiento», insistió el mandatario provincial esta mañana.
«Ya hemos avisado con la debida anticipación al gobierno nacional que no tenga en cuenta a Río Negro para una central nuclear. No debería haber enojo, fundamentalmente porque le transmitimos lo mismo que a la sociedad, y sobre todo porque estoy asumiendo que no estaban dadas las condiciones para un emprendimiento de estas características», completó el gobernador.
No obstante, consideró que «se ha perdido una posibilidad importante, pero nada se puede construir sin el consenso social». «No hice más que escuchar el mensaje de la población», finalizó.