La planta que YPF tiene en Ensenada, la más importante del país, estuvo una semana paralizada por daños en sus instalaciones producto del temporal que azotó a Buenos Aires. Si bien retomó las actividades, las secuelas de la tormenta hicieron que pueda operar apenas al 75 por ciento de su capacidad operativa. Según Surtidores, esto puede generar en el corto plazo problemas de abastecimiento en las bocas de expendio, motivo por el cual desde el Gobierno evalúan tres soluciones: importar naftas, exigir al resto de las petroleras que incrementen las entregas en el mercado interno, y subir el uso de biodiesel. Según datos de la industria, la Argentina presenta una capacidad de producción de biodiesel de 4.000.000 de toneladas al año, aunque sumando las inversiones que están en curso, mientras que la plaza local apenas consume el 25 por ciento de la oferta global. Si bien anteriormente este excedente de producción se destinaba a España, tras la expropiación de Repsol en YPF se perdió este mercado y las plantas tuvieron que disminuir el ritmo al 40 por ciento de sus posibilidades. Así lo indican las estadísticas oficiales. Un empresario del sector comentó que “hace rato que se viene negociando para subir el corte de biodiesel con gasoil al 10 por ciento, pero ahora que pasó esto en YPF imagino que va a salir más rápido”. En lo concreto, destaca que están dadas todas las condiciones para que se implemente. “Hay capacidad instalada ociosa, hay producto disponible y tenemos la materia prima”, garantizó. Como positivo, incluso los productores agropecuarios están reteniendo la soja en silos bolsa a la espera de mejores precios internacionales que bien podría destinarse para la elaboración de biodiesel.
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