Sobre la base de las estimaciones de Ernst & Young
La depreciación del barril motivó la cancelación o suspensión de 24 grandes iniciativas de gas y petróleo a lo largo y ancho del planeta. Según Ernst & Young, esta tendencia se profundizará en el corto plazo.
Un informe de la consultora internacional Ernst & Young (EY) estima en u$s 200.000 millones el valor de los 24 grandes proyectos hidrocarburíferos que fueron cancelados o aplazados a nivel global como consecuencia de la baja cotización del barril de petróleo. Para tomar dimensión de este fenómeno, debe considerarse que la citada cifra es superior al PBI nominal de naciones europeas como República Checa o Rumania, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Como si fuera poco, todo indica que la paralización y suspensión de emprendimientos seguirá siendo moneda corriente en lo que resta del año y la temporada que viene. “Es probable, incluso, que haya mayores recortes y retrasos ante la posibilidad cierta de que la industria afronte un extenso período de bajos precios del crudo, en función del exceso de suministros”, anticipó Andy Brogan, líder del área de Transacciones de Petróleo y Gas de EY, durante la presentación del trabajo.
Según sus palabras, es hora de aceptar que los bajos precios del crudo llegaron para quedarse. “Existe la expectativa de que la volatilidad estará entre nosotros por un lapso razonable, por lo que las compañías deberán lidiar con eso”, remarcó el especialista.
Desde junio del año pasado, recordó, la tasación del petróleo cayó casi un 50%, lo que impactó fuertemente en los planes de las principales operadoras. “La respuesta de las compañías fue un recorte millonario, orientado a equilibrar sus balances y mantener el pago de dividendos a los inversores”, expresó.
Lo más preocupante, advirtió, es que los retrasos en proyectos millonarios que tardarán hasta 10 años en desarrollarse, y que hoy se necesitaban imperiosamente para impulsar la creciente demanda energética global, podrían traducirse en el futuro en una oferta insuficiente.
Alcance mundial
De acuerdo con EY, los principales 24 proyectos que quedaron en stand by o directamente fueron descartados se encuentran repartidos por todo el mundo. “La problemática tiene alcance global y amenaza con acentuarse. Las revisiones de carteras están sucediendo con más frecuencia y mayor severidad”, manifestó Brogan.
Algunas de las obras paralizadas más emblemáticas implicaban la explotación de complejos yacimientos en aguas profundas en el Golfo de México, el Mar del Norte, África occidental y el sudeste de Asia. Otras, en cambio, tenían que ver con el aprovechamiento a escala masiva de gas licuado de petróleo (GLP), como las iniciativas Arrow (que Royal Dutch Shell y PetroChina iban a emprender en Australia) y Prince Rupert (que BG Group tenía previsto desarrollar en Canadá).
Los presupuestos de las operaciones submarinas de petróleo eran similares a los costos finales de las instalaciones de GLP. “No obstante, las primeras hubieran podido devolver valor a los tres o cuatro años de su primera inversión, mientras que en las segundas ello recién hubiese acontecido, en promedio, a los 12 años”, comparó Brogan.
La ventaja comparativa, al final de cuentas, no fue suficiente para evitar que los megaproyectos off shore compartieran el destino de los gasíferos. “Hoy están cancelados los unos y los otros”, concluyó. ›|‹