A pesar de que el Gobierno intentó por todos los medios contener los precios de las naftas, en sólo tres meses del año los combustibles ya registraron un incremento de entre 15% y 23%. La suba significa nada menos que casi el 50% del aumento que exhibieron los surtidores en todo el 2013, cuando los valores alcanzaron un avance del 40%.
Las proyecciones no son alentadoras para los automovilistas de cara a lo que resta de 2014, teniendo en cuenta el ritmo de alza promedio de 6% mensual que viene convalidando el equipo económico de Cristina Kirchner a las petroleras. De mantenerse esa cadencia el año podría terminar con aumentos del 70% en las naftas.
Esto, a pesar del techo que impuso el ministro de Economía, Axel Kicillof, a las empresas que tuvieron que negociar los ajustes de precios ante la devaluación del 25% que aplicó el Banco Central (BCRA) en el mes de enero. Y es que además de tener en cuenta la inflación (en febrero el Indec midió una inflación de 3,4% con su nuevo índice de precios), el mercado petrolero mira de cerca el movimiento del tipo de cambio debido a que la mayoría de sus costos están dolarizados. Así lo indicó El Cronista.
La estatizada YPF se ubicó dentro de las petroleras que más aumentaron durante 2013. El año pasado, antes de que Augusto Costa tomara el control de la Secretaría de Comercio, el ex secretario Guillermo Moreno, había decretado en forma unilateral una polémica resolución (la 35, luego prorrogada) que impuso precios máximos a las petroleras para la comercialización de combustibles en todo el país. En un principio, muchos pensaron que se implementó en el marco de la política de congelamiento de precios, aunque el efecto que disparó fue paradójicamente el inverso. Pero hubo quienes leyeron en la resolución un traje hecho a medida de YPF para que pueda incrementar sus valores (al ser la más rezagada del mercado y con ambicioso plan de inversión por delante), sin tener demasiado costo político. Y así sucedió.
Hoy, sin esa norma vigente, pero con acuerdos de precios en el medio, la empresa que conduce Miguel Galuccio acercó la brecha de sus precios con los de la competencia. En marzo y por tercera vez en el año aumentó los precios de sus combustibles, con un incremento de 6,1%: los consumidores que ahora pagan en Capital Federal el litro de súper desde $ 10,07 en enero desembolsaban $ 8,72 y para la premium que hoy se consigue a partir de los $ 11,33, a principio de año costaba $ 9,29. Uno de los directores de YPF, Héctor Valle, admitió días atrás que con el correr del año habrá nuevos incrementos con el objetivo de poder llegar al abastecimiento interno.
Pero la última suba de YPF replicó la del resto del mercado. Todas las compañías aumentaron sus precios en marzo y por tercer mes consecutivo. Las que tuvieron la iniciativa fueron Shell y Axion (ex Esso).