El 11 de octubre de 2013 la historia de San Juan tuvo un quiebre. El helicóptero que trasladaba al gobernador José Luis Gioja se desplomó ni bien tomó vuelo: de los 5 tripulantes, uno murió –la legisladora nacional Margarita Ferrá de Bartol-, tres se recuperaron y, el más grave, fue el primer mandatario sanjuanino. Más allá de la lógica preocupación del empresariado provincial por la salud de Gioja, especialmente el minero, su salida de la escena política desató una fuerte especulación, en virtud de lo que significa el caudillo provincial para la actividad, la principal motora de la economía provincial.
A días de cumplirse 4 meses de la tragedia y tras una larga recuperación en tierras sanjuaninas y en el prestigioso Hospital Italiano porteño, finalmente pisó San Juan el viernes pasado, a las 18 horas y a partir de eso “resucitarán” las expectativas del sector minero, duramente golpeado por la decisión de Barrick de dejar prácticamente stand by Pascua-Lama –hay actividad reducida en la mina- y por las condiciones macroeconómicas que van a contramano del porvenir del negocio. Sólo la devaluación alcanzó a oxigenar al sector pero hay dudas por el reacomodamiento del esquema de costos, reconocen por lo bajo en las mineras.
Desde la Cámara Minera de San Juan y Casemi catalogaron la vuelta de Gioja como “esperanzadora” porque dijeron que es el “máximo referente de la minería en la Argentina’’, frase que sin titubeos salió de la boca de ambas entidades. “Acá no hay eufemismos que valgan, Gioja es muy importante para la minería Argentina. Su vuelta renueva el aire, con él mandando el diálogo con las empresas es otro, más fluido, por la simple razón que, le pese a quien le pese, es el padre de la gran minería metalífera. También hay que decir que su figura obviamente no cambia la realidad económica nacional e internacional, pero no tengo dudas que va a afirmar y sostener la actividad, mantener lo que hay y que mejoren las condiciones’’, expresó a El Inversor Online Jaime Bergé, presidente de la Cámara Minera de San Juan. “Nos pone bien desde lo humano y desde los empresario, con él digamos que al momento de negociar o terciar ante cualquier problema la palabra de Gioja tiene un peso altísimo. No hay milagros, está claro, pero si cambia el ánimo’’, agregaron desde la Casemi.