El sistema energético de la Argentina evidenció avances durante 2015 en materia de seguridad y sustentabilidad ambiental, aunque retrocedió en equidad, no obstante lo cual subió 13 puestos en el ránking que elabora el Consejo Mundial de Energía (CME) y se ubicó en el puesto 34, entre 130 países de todo el mundo.
De acuerdo con el Indice de Sustentabilidad Energética (ISE), la Argentina pasó del puesto 60 que ocupaba en 2014, al 34 el año pasado.
Esto fue consecuencia de mejoras en los indicadores de seguridad energética, el de mayor ponderación para el indicador, donde la Argentina trepó del puesto 14 ocupado en 2014 a la novena posición el año pasado, lo que la ubicó entre los diez mejores países del mundo, en ese segmento.
En cambio, al medir la equidad del sistema energético, el Consejo ubicó a la Argentina entre los peores del mundo, posicionándose número 102 y bajando seis puestos desde el lugar 96 ocupado en 2014, como consecuencia de la persistencia de los subsidios al consumo, sin discriminar entre sectores de mayor y menos poder adquisitivo.
Sin embargo, al medir la sustentabilidad ambiental del sistema argentino, el ISE mejoró la posición de Argentina en este ránking, que subió 14 puestos, del 44 en 2014 al 30 en 2015.
Desde el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) destacaron a Télam que “la seguridad energética, para el Consejo Mundial, es muy importante al evaluar el sistema de un país, por eso Argentina mejoró notablemente su posición en el ránking”.
Al respecto, precisaron que “para el CME un país es energéticamente seguro por el manejo efectivo de la oferta energética primaria de fuentes domésticas y externas, la confiabilidad de la infraestructura energética y la capacidad de las empresas energéticas de satisfacer la demanda presente y futura».