Firmó un contrato con Enarsa para instalar una central térmica de 810 Mw. Se utilizará tecnología Siemens fabricada en el país asiático.
La empresa Electroingeniería firmó el mes pasado un contrato con Enarsa para construir la central termoeléctrica Belgrano II, que tendrá una potencia de 810 megawatts (Mw). La obra costará $ 4.589 millones más IVA. Es decir, más de $ 5.500 millones, según confirmaron aEl Inversor Energético & Minerofuentes cercanas a la empresa.
El proyecto será financiado con aportes de entidades chinas (fundamentalmente del Export-Import Bank of China), en el marco de la asociación estratégica firmada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con su par Xi Jipping en febrero. Electroingeniería, controlada por los empresarios Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, de buen vínculo con el kirchnerismo, tendrá a su cargo bajo la modalidad “llave en mano” la instalación de una central de generación eléctrica con ciclo combinado. Estará ubicada frente a la central Belgrano.
“El plazo de obra es de tres años para dejar funcionando la central en ciclo cerrado. El equipamiento electromecánico a utilizar será provisto por CNTIC (China National Technical Import and Export Corporation) bajo licencia Siemens”, detallaron allegados a la compañía cordobesa.
El Export-Import Bank of China aportará un crédito para financiar el 85% de la obra. El 15% restante será solventado por el Estado.
Enarsa, la empresa estatal de energía, es el comitente del contrato firmado con Electroingeniería; será propietaria de la obra y a posteriori generador del mercado eléctrico mayorista (MEM). La compañía es presidida por Walter Fagyas, hombre de confianza de Roberto Baratta, coordinador del Ministerio de Planificación que dirige Julio De Vido.
Cammesa, la compañía que administra el MEM, que también es controlada por el Gobierno, comprará la energía producida en la central Belgrano II. Los ingresos de esa venta servirán para el repago del crédito tomado con el banco chino.
Licitación sobre la marcha
En la antesala del invierno, Cammesa licitó en junio la logística de los barcos de combustible para el parque termoeléctrico. Se trata de un negocio millonario que en los últimos años fue cuestionado por la escasa información que existe en torno a la metodología de compra de combustibles y contratación de proveedores de servicios. En concreto, la empresa que administra MEM compulsó el servicio de agencia marítima (agenciamiento) para los buques alijadores del fuel oil que consumen las usinas eléctricas.
Es toda una rareza en esta época del año. En plena antesala del invierno, cuando las centrales consumen más volumen de combustibles líquidos por la escasez de gas natural, no parece lo más razonable modificar el sistema logístico de combustibles.
“Lo raro es que lancen una licitación justo en el momento en que hace más frío. Cambiar de caballo en medio del desierto es peligroso. Lo más racional hubiese sido lanzar esta compulsa en momentos de baja para que cualquier cambio de proveedor no afecte el normal abastecimiento de las terminales”, explicó un alto ejecutivo de una empresa de transporte marítimo.
La licitación de Cammesa alcanza sólo la logística del fuel oil. La de gasoil, que en la práctica es la que moviliza mayor cantidad de barcos, quedará para más adelante. Según pudo averiguar este medio, la compulsa en cuestión tiene algunas particularidades. En primer lugar, la validez de la oferta es por 60 días; es decir, Cammesa podría dar a conocer el ganador a mediados de agosto, con la mitad del invierno ya transitada. Segundo, la apertura de los sobres con las ofertas de las empresas interesadas es privada, a diferencia, por ejemplo, de las licitaciones que realiza YPF.
“Además, Cammesa se reserva el derecho de ponderación de las ofertas bajo criterios que no están del todo explicitados”, advirtió un empresario que estudió el pliego hasta último momento. ›|‹