La empresa china Shanghai Potash manifestó sus planes de montar una planta piloto con capacidad para industrializar 200 mil toneladas de potasio al año en Mendoza. La noticia fue comunicada por Wei Chengguang, director de la compañía, en el marco de una reunión realizada ayer con funcionarios de nuestra provincia.
El año pasado, China importó 7 millones de toneladas de potasio. Es que el país concentra el 20% del consumo mundial de este mineral e importa el 50% de lo que utiliza, principalmente, como fertilizante. De ahí que los chinos se hayan mostrado interesados en explotar el yacimiento Río Colorado, que dejó inactivo la brasileña Vale.
Wei Chengguang, manifestó después del encuentro que, con la confianza que se estableció, ya tienen planeado montar una planta piloto de 200 mil toneladas para que se puedan obtener productos finales “lo más pronto posible”.
Se habla de un proyecto bastante menos ambicioso que el original, porque cuando Vale comenzó a trabajar en el sur provincial estaba previsto que extrajera unos 4 millones de toneladas por año, lo que iba a demandar una inversión de 6 mil millones de dólares (que luego se convirtieron en 11 mil millones). Sin embargo, entonces, el precio del potasio rondaba los U$S 600 la tonelada, mientras después cayó de modo marcado a U$S 200 y hoy, ya un poco más tonificado, ronda los U$S 290.
La idea del Gobierno provincial, compartida por los potenciales inversores chinos, es que se empiece a extraer el mineral en menores cantidades y que el rédito se vaya reinvirtiendo en un proyecto escalable. La intención, en definitiva, es que la mina, que lleva seis años inactiva, comience finalmente a operarse.
En este sentido, el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner, señaló que “los chinos no sólo están analizando la posibilidad de elaborar fertilizantes con nitrógeno, fósforo y potasio sino que, además, están interesados en otros productos petroquímicos y en generar valor agregado a subproductos como la urea”, compuesto nitrogenado que se puede usar como fertilizante.
En las conversaciones bilaterales se analizó también la inversión en un sistema de abastecimiento de energía que requiere una planta de mayor tamaño. En este punto, Mendoza está interesada en que el próximo concesionario realice inversiones necesarias para escalar la dimensión de esa planta.
“De acuerdo con lo que nos manifestó Chengguang, han logrado interesar a China Overseas Development Association (CODA), que dispone de un presupuesto de U$S 20 mil millones para financiar proyectos vinculados a la industria mineral. Esto significa que la mina entró en las prioridades de entidades y organizaciones del Estado chino para que sea factible desarrollarse. Creemos que sus intereses son compatibles con Mendoza”, afirmó Kerchner.
Por otro lado, desde el Gobierno de Mendoza se refirieron a la postura de los potenciales inversores chinos acerca de una posible sociedad con el Estado ´provincial. “Ellos quieren asociarse, porque han visto que Mendoza tiene el control total de la operación”, comentaron desde el Ministerio de Economía.
“No lo ponen como condición pero les gustaría crear una sociedad, para tener cierta seguridad jurídica”, detallaron. En principio, los funcionarios locales no ven con malos ojos esa posibilidad, porque permitiría al Estado tener mayor participación del negocio y poder controlarlo de cerca.
Tareas pendientes
Previo a poder avanzar con las negociaciones, se debe rescindir el contrato con la minera Vale, que tiene los derechos de explotación. La empresa invirtió más de U$S 2 mil millones, pero frenó el desarrollo en 2013. La ausencia de operaciones habilita a la provincia a exigirle que deje la zona como la recibió, es decir, que retire las instalaciones: dos edificios administrativos, el yacimiento de 80 mil hectáreas, vehículos, un aeropuerto y torres para un tendido eléctrico a medio terminar.
Como “desinvertir” le requeriría un gasto aún mayor, la firma se ha mostrado de acuerdo con ceder lo invertido y retirarse. Después de tres años de gestiones, la provincia recuperaría el control sobre Potasio Río Colorado. En un principio de acuerdo se fijó un plazo de 90 días para que Mendoza realice una auditoría y, si todo está en orden, firmar el contrato de cesión de acciones (que deberá ser ratificado en Legislatura).
Fuente: Los Andes