La “exploración” y un “Estado con políticas de acompañamiento a las operadoras”, son las claves del éxito que muestra Santa Cruz en la industria metalífera, según el análisis de Mercedes Arguello, subsecretaria de Minería de la provincia.
La geóloga destacó que el Macizo del Deseado logró convertirse en un reservorio de clase mundial que goza de un círculo virtuoso con una clara apuesta en el que las inversiones están destinadas a extender la vida útil de los yacimientos y alumbrar nuevas reservas comprobadas.
“Más allá que Santa Cruz representa el 44% de las exportaciones mineras metalíferas de Argentina, este número lo sostenemos desde el 2015 en adelante”, “el punto de partida fue sin dudas la llegada de Alicia Kirchner al gobierno”, observó.
En perspectiva histórica recordó que el Impuesto Inmobiliario Minero fue la primera señal de “hasta dónde iba la provincia acompañando la actividad, esto trajo más transparencia y certeza a los inversores para destinar recursos al crecimiento de la actividad”.
En 2018 iniciaron dos proyectos metalíferos en el distrito: “Cerro Moro” y “Don Nicolás”. Ambos explican el 25% de las transacciones de plata y el 19% de oro, se trata de factores de peso para colocar al distrito patagónico el tope de las estadísticas en Argentina.
Otro de los factores es la sociedad de Fomicruz S.E con Cerro Vanguardia S.A que contribuyó a la extensión de la vida útil de esa operación. “La actividad tiene muchos factores, uno es el precio internacional de los commodities y en la actualidad sufre la elevación de los costos. Día a día trabajamos para que las inversiones permanezcan en Santa Cruz y el Gobierno da señales claras”.
Fuente: La Opinión Austral