En 2014, 1 de cada 10 litros de naftas que se vendan en el país será importado

Según la proyección del Gobierno sobre la base de los pedidos de las refinadoras

naftas

Las grandes refinadoras importarán alrededor de 700.000 m3 de naftas, de acuerdo con los cálculos del Ejecutivo. Es el doble que en 2013 y el resultado de la exención impositiva que autorizó el Gobierno. En el primer cuatrimestre, se traerán alrededor de 200.000 m3.

Las mayores refinadoras del parque local –con YPF, Shell, Esso, Petrobras y Oil a la cabeza– prevén acelerar de forma significativa la importación de naftas el año que viene. Por lo pronto, las petroleras ya le comunicaron a la Secretaría de Energía su interés en traer desde el exterior alrededor de 200.000 metros cúbicos (m3) del combustible durante el primer cuatrimestre de 2014 bajo el paraguas del artículo 31 de la Ley de Presupuesto, que autoriza al Ejecutivo a habilitar la importación de naftas sin impuestos.

De acuerdo con lo informado por traders y fuentes oficiales, la petrolera presidida por Miguel Galuccio, el principal jugador del mercado, con un share cercano al 55%, aspira a conseguir el aval del Gobierno para importar, entre enero y abril, 120.000 m3 de naftas sin pagar la carga tributaria, que en el caso de las naftas ronda el 50% del precio final en surtidores.

Según la proyección que realizan en despachos oficiales, en conjunto, el sector importará alrededor de 200.000 m3 en el período, es decir, un 60% de lo importado en todo 2013 (343.000 m3), de acuerdo con datos de la cartera que dirige Daniel Cameron.

La Ley de Presupuesto 2014 autoriza a las petroleras a importar 1,2 millones de m3 de naftas sin impuestos en 2013, es decir, cuatro veces más que el año pasado.

“Más allá de eso, la idea es que las petroleras no importen más de 700.000 m3 en el año”, explicó un funcionario del Ministerio de Planificación, que sin embargo admitió que la última palabra la tendrá la Comisión de Planificación de Inversiones Hidrocarburíferas.

Si ese pronóstico se concreta, se terminará importando 1 de cada 10 litros de naftas que se vendan en el mercado local, cuya demanda en 2013 orilló los 7,5 millones de m3, según datos de Energía.

La suba de las importaciones se explica, desde la óptica de las petroleras, por la ininterrumpida expansión de las ventas en surtidores (en 2013, la demanda de naftas creció un 10%), que obliga a reforzar la oferta local con combustibles importados. Sin embargo, en la industria también indican que el aumento está ligado a cuestiones económicas.

Import parity

Sucede que, a raíz del encarecimiento de los combustibles en el mercado doméstico –los precios crecieron más de un 40% en los últimos 18 meses–, a las petroleras les resulta más redituable vender naftas importadas desgravadas de impuestos que comercializar productos destilados en las plantas locales.

En 2013, las petroleras compraron en el exterior 96.375 m3 de nafta grado 2 (Súper), a un costo promedio de u$s 892 por m3, y 247.022 m3 de nafta grado 3 (Premium), a un precio de u$s 812. Cálculo al tipo de cambio actual, el importe promedio de importación orilló los $ 5.010 por metro cúbico. Sobre esa cifra, las empresas deben pagar un 21% de IVA, el costo de flete y distribución y el margen de ganancia de los estacioneros. Como resultado, el costo total de las naftas importadas ronda los $ 7.000 por m3.

En cambio, las naftas procesadas en el mercado local tuvieron un precio a la salida de refinería (sin impuesto) cercano a los $ 4.100, es decir, más barato que el combustible importado. La diferencia es que, en este caso, las empresas deben liquidar no sólo el IVA, sino también el Impuesto a los Combustibles Líquidos y Gas Natural (ex ITC), que representa un 62% del valor a la salida de la destilería y un 5% de tasa hídrica. Por lo que el costo final de la nafta destilada en la Argentina asciende a más de $ 8.500.

“Se desprende que las petroleras que logren importar naftas sin pagar la carga tributaria tendrán una mayor ganancia”, reconocieron a El Inversor Online en un despacho público.

El tema es seguido de cerca por pequeñas y medianas refinadoras locales, conocidas en la industria como Refipymes, que suelen vender su producción de derivados (por lo general, naftas vírgenes, aunque también de mayor octanaje) a las grandes petroleras. Les preocupa que las petroleras –en especial, YPF– opten por traer naftas importadas en lugar de comprar las producidas localmente.  ›|‹

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