Se armó un revuelo en el gobierno nacional por dos documentos elaborados en el despacho del Sub Secretario de Desarrollo Minero de la Nación, Mario Osvaldo Capello, cuya información pone en riesgo más de US$10,000 millones de dólares en explotación minera por el impacto que los proyectos podrían causar en glaciares y en ambiente periglacial.
En estos dos documentos (obtenidos por la Asamblea de Jachal) por primera ves el gobierno nacional y las agencias mineras de gobiernos provinciales como San Juan, La Rioja y Catamarca, reconocen que efectivamente hay minería donde hay glaciares, que el gobierno lo sabía, y que si la Ley de Glaciares se mantiene, proyectos de explotación minera valuados en mas de US$10,000 son ilegales.
La relación entre minería y glaciares siempre fue secreto de estado, frente al reclamo permanente de organizaciones de la sociedad civil que hace años advierten sobre el daño irreversible causado por explotaciones mineras a glaciares y al ambiente periglacial en flagrante violación a la Ley de Glaciares vigente.
Quizás por desprolijidad, o por saberse impunes para violentar la ley, o simplemente porque es imposible ya tapar el sol con el dedo pues lo glaciares no se pueden esconder, y porque mientras mas aprende la sociedad sobre el ambiente periglacial, mas se de cuenta que la mega industria en la alta montaña los está poniendo en riego, los dos documentos plasman de manera contundente y oficial, que hay un enorme conflicto en la alta montaña entre la mega-minería y los recursos de hielo.
Los documentos son un Powerpoint de 13 fílmicas que lista y muestra los proyectos conflictivos, y un borrador de una nueva reglamentación de la ley de glaciares, que detalla el diseño de una maniobra administrativa por Capello y su equipo en la Subsecretaría de Desarrollo Minero, para hacerle trampa a la Ley de Glaciares y dar viabilidad a proyectos ilegales.
El Powerpoint de la Subsecretaria de Desarrollo Minero, como se podría esperar, no hace hincapié en el valor hídrico de las enormes masas de hielo identificadas en zonas mineras. La trampa que impulsa Capello está justamente en calificar de irrelevantes desde el punto de vista hídrico a estas enormes masas de hielo. En la filmina más controvertida la Subsecretaría de Desarrollo Minero expresa: “La metodología de la Mesa Técnica permite identificar cuáles GE [Glaciares de Escombros] no tienen una cantidad relevante de hielo (Estudio de Significancia Hídrica), [y dice textualmente … ] para así exceptuarlos del área a proteger”. La redacción además de estar en contra de la Ley de Glaciares, pues toda masa de hielo perenne, y ambiente periglacial con hielo, sin importar su tamaño o forma (o nivel de relevancia hídrica), está protegido por ley, pone en descubierto la estrategia y maniobra burocrática de las autoridades para permitir que proyectos que destruyen glaciares y ambiente periglacial, puedan avanzar sobre estos recursos naturales protegidos, al margen de la ley.
El mismo Powerpoint filtrado además revela que a diferencia de lo que viene diciendo el gobierno respecto a la necesidad de terminar el Inventario de Glaciares para saber cual es la relación entre la minería y el hielo, no es tan así. Evidentemente este conocimiento ya está en manos de las autoridades y lo que en realidad están haciendo, es dilatar el tiempo, para buscarle la vuelta a la ley.
La Subsecretaría de Desarrollo Minero identifica al menos siete proyectos ilegales o potencialmente ilegales, a saber, El Pachón (de Glencore), Altar (de Stillwater), Los Azules (de McEwen), Pascua Lama y del Carmen (de Barrick Gold), y Constelación (de NGEx). Según la documentación de la Subsecretaria de Desarrollo Minero, estos proyectos estarían en zonas que tienen o podrían tener conflictos con la Ley de Glaciares.
La ex Secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, y su ONG, el Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA) lo venían advirtiendo hace años desde que Picolotti renunció a su cargo por el veto de Cristina Fernández a la primer versión de la Ley de Glaciares en el año 2008. La Presidenta vetó la ley unánimemente aprobada por el Congreso, y lo hizo, según sus propias declaraciones, por defender a los intereses mineros, especialmente proyectos como Pascua Lama de Barrick Gold y El Pachón de Glencore que estaban por iniciar y que serían frenados por estar en zonas glaciarias y de ambiente periglacial, protegidas por ley desde el 2010 cuando se aprobó por segunda ves la Ley de Glaciares. Pascua Lama hoy permanece cerrado de ambos lados de la frontera justamente por el daño producido a glaciares y a otros recursos naturales. Se estima que Barrick Gold a sabiendas de la ilegalidad para explotar este proyecto, pretende vender sus activos a inversores chinos.
Desde la adopción de la Ley de Glaciares, el CEDHA publicó numerosos informes que evidencian la ilegalidad de las explotaciones mineras que se encuentran en zona de glaciares o ambiente periglacial, particularmente en provincias como San Juan, Catamarca y La Rioja. Hasta la filtración de los documentos producidos por la Subsecretaria de Desarrollo Minero de la Nación, las autoridades mineras siempre negaron el conflicto entre la minería y los recursos glaciares y periglaciales protegidos por ley. De hecho, en la Provincia de San Juan, las autoridades mineras le facilitaron el camino a Barrick Gold con sus proyectos de Veladero y Pascua Lama, ignorando todo impacto de ambos proyectos en zonas de hielo, protegidas por ley. Y lo mismo está sucediendo con otros proyectos en la provincia, tales como El Pachón, Los Azules, Altar, Del Carmen, Constelación y otros. Mario Capello, quien ahora actúa como Sub Secretario de Desarrollo Minero en la Nación, fue al ministerio nacional justamente con la misión explícita de resolverle a las mineras, el problema que tienen muchas con la Ley de Glaciares, y de eso se está ocupando actualmente.
En otro caso (foto a continuación) en Catamarca, próximo a Agua Rica de Yamana Gold, nuevamente, caminos mineros atraviesan ambiente periglacial y glaciares de escombros protegidos por ley. Era y es práctica común de la exploración minera abrir caminos por laderas de montaña que están ricas en hielo–esto es ambiente periglacial, en algunos casos con glaciares de escombros activos, y en otros, simplemente permafrost rico en hielo, también protegido por ley, pero que no se incluirá en el Inventario de Glaciares que realiza el IANIGLA–pero no por esto, deja de ser un recurso natural significativo contemplado por la Ley de Glaciares.
La estrategia de Capello y de la Subsecretaria de Desarrollo Minero, es limitar el recurso protegido a aquellos glaciares y glaciares de escombros incluidos en el Inventario Nacional de Glaciares, y de estos, solamente los que la Subsecretaria determinen son de “relevancia” hídrica. Esto es una interpretación parcial del recurso protegido, y es servil claramente a los intereses mineros, pero no tiene nada que ver con lo que protege la ley de glaciares. Hay mucha superficie de hielo glacial (sobre todo en glaciares pequeños llamados glaciaretes o manchones de hielo perenne) que están protegidos por ley pues el conjunto de estos pequeños cuerpos de hielo puede ser muy significativo. Por una cuestión de pragmatismo técnico, los pequeños cuerpos de hielo de menos de una hectárea, no son inventariados–pero no por ello, no están protegidos por la ley! También hay algunos glaciares pequeños que son de vida corta, perdurando algunos años cuando hay caída de nieve copiosa durante una seguidilla de inviernos humedos. Estos pequeños glaciares temporarios, si bien no necesariamente perduran en el tiempo, igualmente ayudan a abastecer al ambiente con aporte hídrico durante épocas mas calurosas, y por eso, son importantes y por eso están protegidos por ley.
En Catamarca, los proyectos de Agua Rica y Filo Colorado se exploraron en plena zona de ambiente periglacial. En ese momento, no existía la Ley de Glaciares, y hubo impactos importantes de la actividad minera en el recurso de hielo. Aun quedan los indicios de la destrucción. Las empresas, en particular Xstrata Copper (ahora Glencore) nunca reconoció, ni se hizo cargo de reparar el daño que causó en la exploración de Filo Colorado. Cuando CEDHA presentó su informe de impacto en glaciares de escombros de la minería en la zona a Yamana Gold (por Agua Rica), la geóloga principal de la empresa, Ahumada, insultó a CEDHA, diciendo que no tenía ningún derecho de indagar ni de escribir sobre el tema, jamas respondió a los pedidos de información sobre la presencia de suelos congelados en la zona del proyecto Agua Rica. La gobernación de la provincia niega todo impacto a pesar de que realizó una visita al lugar de impacto para tomar reconocimiento de los hechos.
El proyecto Los Azules de McEwen Mining, uno de los proyectos en altura que quiere avanzar la provincia de San Juan está emplazado en ambiente periglacial. En la construcción de caminos para llegar al proyecto, impactaron severamente a glaciares de escombros. También en la zona de la concesión minera, hay evidencias de glaciares de escombros afectados por la exploración minera. La empresa empezó un trabajo de relevar el daño ocasionado, pero nunca publicó sus resultados, ni la provincia de San Juan informó sobre la conclusión del trabajo. Este proyecto y su impacto también figuran entre los proyectos observados por el equipo de Mario Capello, en la Subsecretaría de Desarrollo Minero, como uno de los proyectos complicados por la ley. La ONG CEDHA presentó una denuncia en Canadá en contra de Los Azules que fue admitida por el Consejero de Conflictos Mineros. Nunca resolvieron el caso pues la empresa no se quiso hacerse cargo del problema.
El proyecto Pachón, un proyecto binacional de cobre en la Provincia de San Juan en el límite con Chile, muestra evidencias de intervención minera en glaciares de escombros activos. Se sabe que glaciólogos del IANIGLA han trabajado con la empresa Glencore (anteriormente Xstrata Copper) en el estudio sobre estos impactos. La ONG CEDHA, también presentó una denuncia en contra de este proyecto, en este caso, en Australia, sede de Xstrata Copper. La denuncia fue evaluada y admitida por ser pertinente, y fue atendida entre las cancillerías de Argentina y Australia. Si bien originalmente la empresa empezó un dialogo con CEDHA para abordar el problema, el abogado y CEO de Xstrata (también CEO de Alumbrera) Julian Rooney, retiró su interés en abordar el tema cuando Barrick Gold ganó su recurso de amparo en la Justicia Federal que suspendió de manera temporaria, la Ley de Glaciares. En el caso de El Pachón, la prueba de conflicto entre el proyecto y el ambiente periglacial es contundente ya que la misma empresa produjo un mapeo que muestra a mas de 200 glaciares de escombros en la zona de exploración minera otorgada al proyecto. (ver mapa a continuación). Irónicamente, el CEO de la Empresa en Argentina, negó que hubiera glaciares de hielo en El Pachón. CEDHA se reunió con el ministro de minería de San Juan en aquél entonces, Felipe Saavedra, quien reconoció la presencia de glaciares de escombros en El Pachón. Saavedra admitió en aquel momento que si los glaciares de escombros en El Pachón tenían hielo, se conservarían. Sin embargo, el gobierno de la provincia nunca publicó nada sobre los impactos o las medidas que se tomarían para proteger al ambiente periglacial en El Pachón.
A continuación se reproduce la tabla de excel del Powerpoint, donde se listan los proyectos mineros reconocidos por el gobierno nacional, como problemáticos para la Ley de Glaciares. Está claro que el gobierno nacional tiene amplio y preciso conocimiento de la ilegalidad de estos proyectos y que ademas está dispuesto a realizar todas las maniobras necesarias para burlar la Ley de Glaciares.
En el segundo documento filtrado por la Subsecretaria de Desarrollo Minero se redacta un borrador de una nueva reglamentación de la Ley de Glaciares que está proponiendo la Subsecretaria de Desarrollo Minero. La reglamentación propuesta introduciría una maniobra administrativa para burlar la ley, estableciendo lo que el gobierno llama un “estudio de relevancia hídrica” que se le haría a los glaciares de escombros. Este estudio está diseñado con la intención de poder desvincular a ciertos glaciares y glaciares de escombros protegidos por la ley con la excusa de que no tienen relevancia hídrica y así, obviar las restricciones mineras establecidas por la Ley de Glaciares. “Hecha la ley, hecha la trampa”, dicen los ambientalistas.
Esta maniobra la aprendió Mario Capello cuando se fue de gira con los consultores favoritos de Barrick, la consultora canadiense, BGC (la sigla similar a la de Barrick Gold Corporation–dice la consultora–es mera coincidencia), aunque la similitud entre ambas refleja bien su interdependencia. BGC le hace los estudios de glaciares a medida a Barrick. La consultora se paseó por Chile, por San Juan y por La Rioja, acompañado en Argentina por Mario Capello, argumentando ante geólogos de varias universidades que los glaciares de escombro no aportan agua al ecosistema! Capello le sirvió de frente a BGC en la gira por Argentina, y allí nació la fábula que los glaciares de escombros son hidricamente irrelevantes. Hoy encontramos la misma intención fabulosa en la redacción de la reglamentación de la Ley de Glaciares de la mano de Capello, proponiendo que mediante un Estudio de Relevancia Hídrica, se puede excluir algunos glaciares de escombros, de la protección legal que merecen, con total impunidad. Es una aberración de la ley y de su espíritu. No existe un ambiente periglacial, ni un glaciar de escombros rico en hielo, que no tenga relevancia hídrica!
Pero la mentira tiene patas cortas, y Capello y su equipo en la Subsecretaria de Desarrollo Minero se metieron en un brete con estos dos documentos obtenidos por la Asamblea de Jachal y que ahora circulan libremente por Internet, revelando la verdadera intención de la Subsecretaria de Desarrollo Minero y de su jefe, Mario Capello. Ahora con los problemas de Barrick Gold con su contaminación en Pascua Lama y en Veladero, y la verdad de la situación del impacto minero en glaciares a la vista, y con la justicia encima, deberán rendir cuentas.
Quizás en vez de poner tanto esfuerzo en violentar la Ley de Glaciares y promover mega proyectos mineros en zonas demasiado sensibles ecologicamente para soportarlos, sería mejor utilizar los recursos de Estado para de una vez por todas cumplir la ley.
En la siguiente imagen (que circula también en un informe por internet), del proyecto Altar en San Juan, se puede ver como los caminos de exploración minera cortan en varios lugares a un glaciar de escombros y atraviesan y destruyen superficies de ambiente periglacial.