La explotación a gran escala del mineral permitirá que algunas comunidades del norte del país quintupliquen su población, según las previsiones de Carolina Sánchez, quien detalló los principales desafíos a sortear para estar a la altura de esta proyección.
La Argentina suma cerca de 33.000 toneladas (Tn) de litio exportadas por año y cuenta con reservas estimadas en casi 100 millones de Tn. Así lo precisó la por entonces secretaria de Política Minera de la Nación, Carolina Sánchez, quien resaltó que el presupuesto exploratorio en el sector aumentó un 928% entre 2015 y 2018. “La estabilidad fiscal de 30 años que ampara nuestra ley para los emprendimientos mineros nos hace más competitivos que otros países de la región”, aseguró la funcionaria durante su participación en el workshop ‘Litiomanía’, organizado por la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (más conocida por sus siglas AHK).
Aunque son las provincias las que administran el desarrollo de los proyectos, expuso, a nivel federal existen reglas claras de cuidado ambiental y estímulo a las inversiones. “Deben destacarse la tasa de un 0% para las importaciones de bienes de capital, el reintegro del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la doble devolución del Impuesto a las Ganancias para iniciativas de exploración y el tope de un 3% para las regalías provinciales”, enumeró.
En la actualidad, especificó, hay dos emprendimientos en operaciones que exportan litio y otros cuatro en construcción (dos de los cuales son ampliaciones de los activos). “Tenemos 10 proyectos en evaluación económica, seis en exploración avanzada y 40 en exploración inicial. Las inversiones en iniciativas avanzadas crecieron un 700% entre 2015 y 2018”, acotó.
Para 2020, anticipó, se espera que la producción crezca hasta las 129.000 Tn, un 127% por encima de las cifras vigentes, y que las exportaciones alcancen los u$s 1.200 millones. “Esto es muchísimo en relación con los presupuestos que manejan otros minerales de la Argentina y en la región”, comparó. Según sus precisiones, Olaroz, en Jujuy, y el Salar del Hombre Muerto, en Catamarca, están exportando no sólo a las cadenas de valor de las droguerías. “La diversidad de salares hace que no se pueda traer de un país lejano una planta química y ponerla a funcionar. Cada salar tiene condiciones específicas y hay que probar cómo se da, por caso, la extracción a 4.500 metros de altura con sus respectivos niveles de evaporación”, explicó.
Asignaturas pendientes
A decir de Sánchez, es momento de preparar a muy pequeñas comunidades del norte del país que próximamente podrían entre duplicar o quintuplicar sus poblaciones de la mano del desarrollo del litio. “Ese crecimiento deberá ser ordenado. Las municipalidades tendrán que hacer buenos ejercicios de administración”, proyectó.
En la Mesa de Competitividad Minera, añadió, se viene debatiendo acerca de los desafíos que afronta el rubro para seguir expandiéndose. “Tenemos asignaturas pendientes en materia de infraestructura eléctrica y comunicacional, aparte de grandes retos logísticos, dado que algunos salares todavía no están conectados con rutas para transportar los productos o recibir los insumos”, expresó.
Adicionalmente, la exsecretaria de Política Minera comentó que hacen falta obras para facilitar la doble circulación de entrada y salida de camiones de los yacimientos y las plantas en la Puna. “A la planificación de nuevos caminos se sumará la pronta utilización de los bitrenes, que ayudarán a bajar los costos y harán más eficiente la actividad”, completó. ›|‹