En poco menos de un año y medio de gestión nos avocamos al compromiso de poner en orden las instituciones y establecer un nuevo punto de partida para la política de desarrollo nacional minero, política que busca avanzar en la compresión de uno de los ejes principales de la misión de nuestro presidente: Lograr una Argentina sin pobreza.
En minería junto con las medidas macroeconómicas y sectoriales por todos conocidas la principal que abriga el sector está vinculada con la eliminación de los derechos de exportacion, la consolidación institucional se ordenó fundamentalmente alrededor del relanzamiento del consejo federal de minería y la negociación de un nuevo acuerdo federal minero.
Por diseño constitucional, las políticas públicas en materia de minería requieren de consenso entre la nación y las provincias argentinas propietarias de los recursos minerales.
Esta coordinación federal sustentada en el respeto y la confianza mutuos y atendiendo a las respectivas competencias es la única forma de generar una autentica política de estado.
El nuevo acuerdo federal minero que está actualmente simplemente sujeto a confirmar las agendas de los gobernadores y del Presidente conforma la nueva línea de base a partir de la cual los actores públicos han establecido los lineamientos de la minería que Argentina quiere profundizar y desarrollar.
En forma mancomunada entre la nación y todas las provincias aun aquellas que han establecido leyes restrictivas para la actividad, se consagra el principio de desarrollo minero que consideramos más relevante, que es hacer una minería responsable. Esta minería es la que se hace de cara a la sociedad, en forma abierta y transparente. Adhiere a altos estándares de responsabilidad y cuidado ambiental, genera una cadena de valor y de desarrollo regional y sana y atiende debidamente tanto las dimensiones sociales como comunitarias.
Minería responsable será entonces si responde por los problemas sociales y económicos de nuestra sociedad, si su creación de valor significa una contribución para que los sectores más vulnerables puedan salir de la pobreza, si los beneficios que nos rinden en el presente no impliquen perjuicios para el futuro, si su desarrollo es una contribución con el desarrollo sostenible de nuestro país.
Por eso vemos con mucho agrado el anuncio de la cámara argentina de empresarios mineros sobre la puesta en marcha del proyecto HMS hacia una minería sustentable: programa internacional que va a ser de protocolos de buenas prácticas pendientes a desarrollar los más altos estándares internacionales de calidad.
El compromiso de ir en esta línea es doblemente valioso porque implica un camino de fortalecimiento de la política minera nacional a través del diálogo permanente con los restantes actores del sector.
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