La crisis internacional del precio del petróleo está generando un fenómeno que, analizado en retrospectiva, resulta paradójico en el mercado interno. Desde Neuquén ya advirtieron que hay sobreabundancia de crudo. En agosto de 2013, cuando se firmó el polémico acuerdo entre YPF y Chevron por Vaca Muerta, la idea principal era aumentar todos los índices de producción. Aunque entonces el barril se vendía a 100 dólares y hoy está a u$s 40. De continuar la tendencia, en poco tiempo ya no habrá espacio donde almacenar el fluido, indican en la industria. La terminal de Oiltanking en Bahía Blanca, estaría al límite de su capacidad. En esta terminal confluyen el oleoducto de Oldelval de Neuquén y el crudo extraído del Golfo San Jorge (Chubut). Según consignó Clarín, la única solución a la vista sería una importante reducción de la explotación por parte de las grandes compañías como YPF y PAE, entre otras. Pero esto, a su vez, provocaría una baja en la inversión planificada por estas empresas y, consecuentemente, la caída de un mayor número de empleos en el sector. Por su lado, YPF anunció que en 2016 invertirá u$s 4.500 millones, alrededor de 1.500 millones menos que en 2015. Hoy los especialistas explican el fenómeno de la sobreabundancia desde varias ópticas. Apuntan al creciente valor de las naftas, al enfriamiento de la economía, a las inundaciones y a una retracción generalizada de la actividad agroindustrial, como respuestas probables a este escenario.