Tubos, petróleo, harina, limones, gas o cemento. Las distintas opciones de inversión en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, casi sin excepción, volvieron a mostrar un excelente desempeño el último año. Tras las subas extraordinarias, que en algunos papeles superaron el 260% entre la víspera electoral y la asunción de Mauricio Macri a la Presidencia, 2016 cerró con una mejora del 45%, que traducido en dólares significó un 20% de rentabilidad neta.
En ese marco de subas explosivas, los papeles de las empresas vinculadas al mundo del gas, la energía eléctrica y el petróleo lograron destacarse a fuerza de rendimientos por encima del promedio.
Incluso seis firmas que integran el panel líder de la Bolsa local mostraron un rendimiento superior al 100% y la mitad pertenece al sector energético: Petrobras Brasil (+175,3%), Central Costanera (+123%) y Central Puerto (+102,2%). Por su parte, en el panel general, que casi duplicó su volumen de negocios con relación a 2015, aparecen otras importantes subas: Petrolera del Conosur (+260%), Petrolera Pampa (202,3%), y Capex, con un 121,4%. «Una serie de acontecimientos, como el levantamiento del cepo y el acuerdo con los holdouts, representa el regreso de la Argentina al mundo y con ello un cambio de paradigma tras tantos años al margen del financiamiento externo», desliza Alejandro Bianchi, gerente de Inversiones de InvertirOnline, una de las razones que explican el voraz apetito por activos nacionales.
Las mejoras y el interés no se limitan a las firmas cotizantes. Para Sebastián Maril, analista de Research for Traders, las empresas del sector energético son las que primero y en mayor volumen salieron a emitir deuda en los mercados de capitales, incluso en el exterior (ver recuadro). «La gasífera rosarina Albanesi, CGC e YPF recaudaron u$s 1.550 millones en emisiones de deuda el año pasado. Cifra que, en los primeros meses de 2017, ya asciende a u$s 2.100 millones, una suba que supera a cualquier otro sector de la actividad privada», señala el analista. Y añade: «En el caso de las cotizantes, estos fondos se vuelcan en los balances y al mismo tiempo se refleja en el comportamiento de las acciones».
En lo que a «luz» se refiere, para Juan Manuel Vázquez, head of Equity Research de Puente, las razones que explican su buen desempeño bursátil están dadas, sobre todo, por la Revisión Tarifaria Integral (RTI) que dotó de mayores ingresos genuinos a las eléctricas. «A nivel nacional, Transener -transportadora troncal del sistema- y, en el AMBA, las distribuidoras Edesur y Edenor fueron las más beneficiadas», asegura. «En el caso puntual de Edenor -un 51% pertenece a Pampa Energía y el resto flota en el mercado-, el resultado de la última RTI busca regularizar la situación de la compañía. Pero, al ser una recomposición en tres cuotas (hasta febrero de 2018), tendrá un flujo de caja negativo, es decir, ingresos inferiores a lo que se comprometió a invertir. Además, su valor ya subió mucho, por lo cual no creo que en el corto plazo sea una buena opción de inversión», detalla.
En el índice MerVal, también llamado Panel Líder, 11 de las 27 empresas que lo integran forman parte del sector energético: Petrobras Brasil (APBR), Central Costanera (CECO2), Central Puerto (CEPU), Edenor (EDN), Pampa Energía (PAMP), Petrolera Pampa (PETR), Petrobras Argentina (PESA), Petrolera del Cono Sur (PSUR), Transportadora de Gas del Sur (TGS), Transener (TRAN) e YPF. La suma de las valuaciones de estas compañías (con la excepción de APBR por tratarse de la casa matriz) alcanza los u$s 18.800 millones. Solo en diciembre, el protagonismo de estas 11 firmas acaparó 40% del volumen negociado entre las acciones que componen el índice. Y enero de este año no fue la excepción, Petrolera del Cono Sur, trepó un 54%; YPF (+35%); Petrobras Argentina (+34%); y más atrás Pampa Energía, creció un 31%.
«Te comprás una acción porque esperas que suba el precio o porque te va a pagar dividendos», apunta Vázquez, y aconseja: «Miro con mejores ojos aquellas empresas que están en la producción, ya que las distribuidoras son por naturaleza pagadoras de dividendos, porque tienen un mercado limitado, como los casos de Edenor y Transener. Además, ahora, el cuadro mediante el cual se compensa a las generadoras es en dólares, lo que plantea una situación interesante». Del mismo modo, advierte, «no vemos una mejora donde el repricing sea agresivo».
Para Bianchi, aún las empresas energéticas tienen mucho camino por recorrer e YPF es una de las más recomendadas a la hora de comprar. «Según nuestros analistas, la petrolera -de mayoría estatal- todavía puede subir un 30% en el año. Pampa Energía un 34% y Transener más de un 50%», arenga, y sigue: «Edenor se muestra un 51% arriba, en base a los objetivos promedios de los analistas que cubren el MerVal, donde, sin dudas, el sector energético es el que tiene mejores expectativas».
El analista de Research for Traders recomienda no comprar en máximos históricos, pero, si los papeles de las distribuidoras eléctricas y de gas caen un 6 o 7%, es el momento de entrar, con la mira puesta a una recuperación a lo largo del año.
Pampa Energía es el holding verticalmente integrado más importante del sector en el país. La compañía, que cotiza entre Buenos Aires y Nueva York, vale u$s 3.370 millones y es liderada por Marcos Marcelo Mindlin, protagonista de la compra de los activos locales de Petrobras por u$s 892 millones, el año pasado. A su vez, la firma controla la mitad más uno de Edenor, con una valuación en el New York Stock Exchange (NYSE) de u$s 1.400 millones. Y es Petrolera Pampa, presente en el mercado bursátil porteño con un valor de $ 9.700 millones, el brazo ejecutor del negocio gasífero del holding.
«Pampa Energía apuesta más a la producción de gas, por lo cual no descartaría que compre otra empresa vinculada al sector, sobre todo teniendo en cuenta que se desprenderá del negocio de refinación recientemente adquirido a Petrobras», analiza Maril.
La Ley de Energías Renovables trae oportunidades, pero también penalidades para las firmas que no cumplan con los porcentajes de consumo establecidos en tiempo y forma. Para Juan Manuel Vázquez, Head of Equity Research de Puente, las licitaciones de estos proyectos son un aspecto positivo porque se diversifica la matriz, pero hay que tener cuidado porque el impacto en los balances no es inmediato. «Además, los precios a los cuales se adjudicaron, que parecen muy atractivos, en torno a los u$s 50 o u$s 60 el MW/h, están subsidiados para incentivar las obras a partir de la exención de impuestos a la importación de los equipos a instalar. Si esto cambia, pueden incrementar los costos de manera considerable y las inversiones se tornarían menos atractivas», advierte.
«Genneia, PanAmerican Energy, CGC y Central Puerto son algunas de las empresas que emitieron o van a emitir deuda en corto plazo y se posicionan como una buena alternativa de inversión. En el caso puntual de Central Puerto -la única que a su vez cotiza en el MerVal-, el hecho de haberse adjudicado proyectos renovables representará en un ingreso adicional de dólares a su cash flow, pero son opciones de mediano plazo», aporta Sebastián Maril, analista de Research for Traders.
Fuente: Cronista
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