El Censo Nacional de la Actividad Minera 2017 (Cenam17), que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) puso en marcha en agosto en todo el país, «entró en su etapa final» con la recolección de más del 70% de los datos del sector.
En el operativo de campo -que no reconoce antecedentes en los últimos 12 años- participan cerca de 150 censistas, supervisores y jefes operativos que fueron capacitados por técnicos de la Dirección de Estadísticas del Sector Primario del organismo.
En los próximos días, se indicó, «comenzará el proceso de recuperación de la información en las empresas contactadas», mientras «para constituir el padrón final de empresas activas también se realizará el análisis de la cobertura y se determinarán las causas de la inactividad de los establecimientos restantes».
Hasta ahora se relevaron datos en aproximadamente 1.800 establecimientos con base en el listado preliminar que aportaron las direcciones provinciales de minería, el cual fue actualizado durante el CenAm17.
El censo busca «generar información permanente sobre el sector para la toma de decisiones del sector privado y la planificación de políticas sectoriales», así como la evaluación de posibilidades de inversión.
Según se recordó, el relevamiento es una iniciativa conjunta con la Secretaría de Minería de la Nación y cuenta con la colaboración del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), las autoridades mineras provinciales y las direcciones provinciales de estadística.
Los censistas realizaron entrevistas presenciales y registraron los datos en tabletas digitales, indagaron sobre el volumen y valor de la producción, el personal ocupado, los egresos e ingresos durante el período 2016, los aspectos medioambientales y el impacto en las comunidades.
Funcionarios de la Secretaría de Minería explicaron que el relevamiento abarcó a «todos y cada uno de los yacimientos mineros que existen en el país y están en actividad y también aquellos que están parados».
El último censo minero data de 2005 y aunque posteriormente el Indec realizó algunas encuestas, desde el Ministerio de Energía y Minería consideraron que no tuvieron la rigurosidad ni periodicidad necesarias.
El formulario con el que trabajó el Indec incluyó cinco puntos, comenzando por la producción: volumen y valor de los minerales extraídos en cada establecimiento productivo, no por empresa, ya que cada compañía puede realizar diferentes operaciones en el país. En segundo término se relevó el personal empleado según cuatro categorías: asalariados, no asalariados, monotributistas y prestadores de servicios a las empresas.
Las variables económicas ocuparon el tercer lugar e incluyeron los ingresos y egresos económicos de las compañías, además de la adquisición y venta de bienes de uso, es decir aquellos bienes tangibles que se utilizan para desarrollar la actividad de la empresa. El cuarto aspecto se refirió al medio ambiente (variables sobre el uso del agua y energía eléctrica, generación y clasificación de residuos); y el quinto a las normas de calidad.