El presidente de la Federación de Entidades de Combustibles, Juan Carlos Basílico, pidió que los precios de los combustibles no se modifiquen hasta los primeros meses del próximo año.
También alertó que la liberación de precios prevista para el sector que comenzará a regir en 2018 podría profundizar la problemática que enfrenta el sector estacionero y «terminará con las pymes».
Basílico se pronunció de esta forma tras la sugerencia formulada por el gobierno a las petroleras, de postergar la suba de precios prevista para el próximo 1 de octubre para después de las elecciones parlamentarias.
El dirigente empresario advirtió que si vuelven a aumentar los combustibles antes de que finalice el año «el impacto de la inflación será el mismo para todos los ciudadanos sin importar el voto que pongan en la urna» y que «las ventas que en estos meses habían recuperado unos pocos puntos, volverán a caer afectando la rentabilidad de las estaciones de servicio independientes».
El directivo también alertó sobre la proyectada liberación de mercado de combustibles, al recordar que en 1991 «cuando se liberó el precio de las naftas, sucedió que muchos estacioneros, tenían la ilusión de que bajando los precios iban a conseguir clientes».
Esta situación generó que «otros expendedores que comenzaron a perder clientes, también en un acto de protección redujeron los precios para recuperarlos, con lo cual, comenzó un espiral de competencia entre los empresarios pymes independientes muy perjudicial para todos».
«Este tipo de batalla entre pares basada solamente en el precio», desvirtúa la sana competencia comercial, en la cual, el consumidor elige en base a la calidad, la atención o el servicio que las bocas de expendio puedan brindarle, y «se corre el riesgo de que se acentúe aún más la ya escasa rentabilidad de los negocios»
Basílico, en ese sentido, aseveró que «no puede darse una apertura indiscriminada de precios cuando YPF, a través de su red de operadores, controla el 55% del mercado, con precios definidos por una política de la compañía».
«Si hoy el mercado de combustibles líquidos está intervenido por YPF SA y su controlada Opessa, mediante su red consignada, difícilmente pueda hablarse de liberalización del mercado, a menos que el mismo Estado nacional, poseedor de la participación accionaria en mayoría sobre YPF limite la intervención directa de la petrolera en el mercado minorista y deje de abusar de su posición dominante», planteó el representante de los estacioneros.