Entrevista con José Luis Martín, directivo de Galaxy Lithium
Pese a las complicaciones del actual escenario, el gerente de Relaciones Institucionales de Galaxy Lithium, José Luis Martín, avizora con expectativas la llegada de un período de definiciones para el proyecto de litio y potasio Sal de Vida.
Para Galaxy Lithium, 2013 ha sido un año muy singular. Al menos así lo cree José Luis Martín, gerente de Relaciones Institucionales de la compañía a cargo de Sal de Vida, un proyecto de litio y potasio situado en la frontera entre Catamarca y Salta. “Hemos trabajado fuertemente en compatibilizar la iniciativa con los diferentes requerimientos y consultas por parte de las autoridades y organismos mineros provinciales. La evaluación del Informe de Impacto Ambiental entró en su etapa final y aguardamos en un corto plazo disponer de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) correspondiente”, puntualiza el directivo, en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
Con estas expectativas de cara a 2014, reconoce que la empresa tendrá por delante un duro trabajo de ingeniería para optimizar Sal de Vida, con el propósito de buscar el mejor ajuste entre las posibilidades reales del mercado y los costos para viabilizar un proyecto de mucha perspectiva. “De no mediar inconvenientes, el emprendimiento entraría en una etapa de definiciones sobre los principales contratistas locales y la difícil tarea de la consecución del financiamiento para la etapa de su construcción y puesta en marcha”, apunta.
A su entender, la temporada ha sido muy difícil para la actividad minera en general. “El panorama mundial se vio muy influenciado por la caída del precio de los metales y las condiciones macroeconómicas de los mercados tradicionales y emergentes, que desviaron la atención de los inversionistas hacia negocios más seguros”, explica.
La caída en la cotización de las acciones de las empresas mineras y su capitalización de mercado, detalla, se situó entre un 35% y un 50% durante 2013. “En este contexto, algunas empresas más solventes lograron adquirir otras carteras y/o fusionarse, incorporando a sus porfolios buenos proyectos mineros durante el ciclo de baja, con la intención de potenciarlos a la espera de mejoras en las condiciones internacionales”, acota.
Ciclo roto
En el caso particular de la Argentina, Martín considera que se rompió la hegemonía del ciclo de la exploración y se pusieron en suspenso algunos proyectos en desarrollo. “Eso obedeció a las condiciones desfavorables a nivel mundial, por un lado, y a políticas económicas locales que condicionaron la entrada y seguridad de los capitales mineros, por otro”, señala.
En su opinión, las políticas mineras con una concepción excesivamente nacional frente al beneficio provincial provocaron una distorsión conceptual vista desde afuera del país. “Se puede rescatar como positivo un mayor acercamiento de las empresas mineras con las comunidades vecinas a los yacimientos y una mayor inserción por parte de proveedores y prestadores de servicios locales en el negocio, a partir del requerimiento de los gobiernos provinciales, en pos de promover un derrame de beneficios a nivel local”, completa. ›|‹