Si bien la demanda por el metal se mantiene sólida, este fenómeno no se está reflejando en la cotización del mineral, producto de la inestabilidad del comercio global.
Los inventarios de cobre refinado en las bolsas mundiales no hacen más que caer, totalizando a la fecha, según un informe solicitado a Cochilco por parte del Ministerio de Minería, unas 357 mil toneladas en las plazas de Londres, Comex y Shanghái, cifra que equivale a solo seis días de consumo mundial del mineral.
El número refleja una brusca caída en este ejercicio, ya que implica una baja de 545 mil toneladas en el período de marzo a diciembre, un descenso de 60,4%. Lo anterior es sinónimo de una creciente estrechez en la disponibilidad de cobre refinado.
Según explica el informe de Cochilco, una de las razones detrás de esta variación radica en las contingencias que ocurrieron en varias fundiciones y refinerías que han restringido la producción de cátodos.
Entre estas figura la lentitud de las plantas chinas, responsables de hasta un 38% de la oferta mundial de cobre fino, y la paralización de la fundición en Tuticorin en India, una de las más grandes del mundo. Se suman detenciones no programadas en las plantas de Aurubis en Hamburgo, Luenen y Pirdop, y problemas en la fundición de Gresik, en Indonesia.
En el gigante asiático también se registra un menor procesamiento de chatarra este ejercicio, el cual se ha reducido un 5,3% a septiembre, en circunstancias de que China es responsable del 53% de la producción mundial de cobre refinado secundario.
Sin embargo, esta mayor demanda por cobre no se ha visto reflejada en la cotización del mineral, que en el mismo período de marzo hasta el cierre de ayer ha caído en un 11%. Incluso el precio de US$ 2,77 la libra de este viernes corresponde a su menor nivel desde el 12 de noviembre pasado.
La explicación de este desacople tiene que ver con la inestabilidad de la economía mundial, con episodios como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y la apreciación del dólar tras la decisión de la Reserva Federal de normalizar la política monetaria de Estados Unidos.
“En algún momento esto tendrá que estallar, porque el cobre está extremadamente barato, lo mismo que ocurría antes de la elección de Donald Trump. Esto pasa porque no hay confianza en la economía china, que no está mal, pero no hay confianza. Ahora, si no estuviera la guerra comercial, el precio llegaría a US$ 4, pero eso no va a ocurrir”, comenta Gustavo Lagos, académico de la Universidad Católica.
Mientras que para el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, el deterioro de la economía china podría seguir profundizándose en los próximos meses, ante lo que no descarta una ola de estímulos financieros por parte del Gobierno.
En este escenario, el experto apunta a que “la oferta va a tener un comportamiento muy pobre, tanto así que aún con una demanda no tan vigorosa vamos a tener déficits que van a comenzar ahora, pero que se van a profundizar en 2020, teniendo varios años con grandes brechas”.
En tanto, desde el Gobierno apuntan a que el precio de largo plazo del mineral está en torno a US$ 2,92 la libra, indicador que es relevante para la decisión de desarrollo de nuevos proyectos mineros. “Debemos destacar que este valor ya tiene implícito un déficit en los inventarios de cobre refinado a nivel mundial. En ese contexto, hoy, las oportunidades de mediano y largo plazo para rentabilizar las inversiones mineras siguen intactas, aunque las decisiones de corto plazo puedan estar contaminadas por la incertidumbre geopolítica”, explica el ministro de Minería, Baldo Prokurica.
Fuente: El Mercurio
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