Tras la devaluación de enero de casi el 20% que llevó el dólar oficial por encima de los $ 8 y el incremento registrado en las tasas de interés, el Gobierno se encamina ahora a aplicar un ajuste tarifario en los servicios de energía eléctrica, gas, agua y transporte ferroviario.
La actualización en las tarifas que comenzaron a evaluar los funcionarios del Ministerio de Economía –que responden a Axel Kicillof– y los de la cartera de Planificación–que dependen de Julio De Vido– entraría a regir a mediados de febrero y apunta a un doble objetivo.
Por un lado, busca comenzar a reducir la monumental factura de los subsidios energéticos y de transporte, que superó los $ 100.000 millones en 2013. Y por otra parte, intenta obtener recursos adicionales para las obras prioritarias y de emergencia que ya se pusieron en marcha con el fin de resolver las deficiencias que muestran los servicios, como la crítica situación que afronta el sector de la distribución eléctrica.
De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín, el ajuste tarifario llegaría a los usuarios por medio de dos vías: una “ remarcación” en los cargos específicos de obras y una quita selectiva de subsidios para los hogares de consumos medios y altos.
En los servicios de luz y gas, la idea que analizan las autoridades es duplicar los valores de los cargos fijos que fueron impuestos a fines de 2012 a todos los clientes residenciales, comerciales e industriales. Así lo consignó Clarín.
En el caso del suministro eléctrico, los montos fijos que abonan actualmente los usuarios hogareños para las obras de mejoras y expansión de las redes van desde los $ 4 hasta los $ 150 por bimestre. En tanto, para los comercios el cargo oscila entre los $ 45 y $ 300, mientras que las industrias pagan un suma mensual que varía según sus consumos.
Por el lado del gas, los cargos fijos de los hogares se ubicanentre los $ 4 y $60, mientras que los comercios abonan entre $ 25 y $ 150 por bimestre. Las industrias, por su parte, pagan montos variables en función de sus demandas.