A los 74 años se despidió de este mundo Miguel Ángel Ferro, quien falleció la noche del martes 27 de noviembre en Río Gallegos. Presidente de Fomicruz y vicepresidente de Cerro Vanguardia, Ferro fue un emblema del sector energético y minero santacruceño.
De gran ascendencia sobre la presidente Cristina Kirchner, con ella conformó el primer bloque del Frente Para la Victoria (FPV) cuando acceder al Gobierno nacional ni siquiera se avizoraba en el horizonte del kirchnerismo.
Asiduamente entrevistado por este medio, toda vez que respondió a nuestras consultas periodísticas lo hizo con amabilidad y expresando la convicción de que la actividad extractiva, profundamente ligada con la generación de empleos genuinos y el desarrollo social, no podía darse el lujo de descuidar la comunicación.
Ferro, que llegó a Santa Cruz en 1958, tuvo a su cargo el funcionamiento del ramal ferroindustrial de Yacimientos Carboníferos Fiscales. Luego desarrolló tareas de matarife y abastecedor de carnes en distintas zonas de la provincia. Y más tarde adquirió la estancia Cruz del Sur, situada en cercanías del paraje Julia Dufour, donde siguió despuntando su faceta ganadera.
En el plano político, casi tres décadas después de pisar suelo santacruceño, fue electo diputado provincial. En 1989 acompañó a Cristina Kirchner en su campaña para ocupar una banca legislativa. Y poco después redactó, junto con el diputado Juan Carlos Maury, la ley de creación de Fomicruz, orientada a mantener bajo potestad del Estado la propiedad minera que hoy es Cerro Vanguardia.
En 1991, cuando Néstor Kirchner se hizo cargo de la gobernación, Ferro fue nombrado vicepresidente de Fomicruz. Sólo abandonó ese cargo por un breve lapso entre 2005 y 2007, año en el que asumió como presidente de dicha entidad. Asimismo, desde la conformación de Cerro Vanguardia se desempeñó como vicepresidente de la minera en representación del Estado santacruceño.
Durante su gestión en ambas compañías, se convirtió en uno de los principales impulsores de la minería metalífera a escala nacional, además de promover la adopción de estándares de calidad que actualmente representan condiciones necesarias para el desenvolvimiento de la actividad extractiva. Desde un primer momento apuntó a profesionalizar y tornar más sustentable la industria a través de acciones y medidas que garantizaran la seguridad de los trabajadores, respaldaran el cuidado del medio ambiente, fomentaran las relaciones comunitarias, y privilegiaran la mano de obra y la contratación de servicios locales.
En una de las últimas entrevistas que nos concedió, admitió sentirse orgulloso ante el unánime reconocimiento de autoridades nacionales y provinciales, quienes solían mencionar a Fomicruz como un modelo a seguir de empresa estatal exitosa. “Nuestra idea es seguir trabajando con alegría y soñando nuevos objetivos y metas en beneficio de todos”, nos comentó en esa ocasión, sin ocultar un dejo de emoción en su tono de voz.