Un fondo de inversión se quedó con las distribuidoras de gas de Mendoza y Córdoba

En medio de la negociación para evitar el default de la deuda, un fondo de inversión de capitales nacionales anunció ayer la compra de las dos principales distribuidoras de gas del interior del país.

El consorcio liderado por el fondo Magna Inversiones cerró la adquisición del control accionario de las firmas Distribuidora Gas del Centro -que opera el servicio de gas en las provincias de Córdoba, La Rioja y Catamarca- y Distribuidora Gas Cuyana (Mendoza, San Luis y San Juan).

En ambos casos, el consorcio vendedor es el mismo y está integrado por la compañía alemana E.ON y la italiana ENI.

Para esta operación, Magna se asoció con el empresario Federico Tomasevich -presidente de la firma financiera Puente- y otros inversores locales, que no fueron identificados, según indicó La Nación.

Distribuidora de Gas Cuyana cuenta con 545.000 usuarios (8,2% del total de clientes del servicio de gas natural a nivel nacional) y una red de distribución de 13.000 kilómetros. En 2013 la empresa obtuvo una utilidad neta de $ 32 millones, contra los $ 7,7 millones que había registrado en 2012.

Por su parte, Gas del Centro aporta otros 675.000 usuarios, con más de 15.600 kilómetros de redes. El año pasado cerró con un beneficio de $ 50 millones, frente a los $ 13 millones de 2012.

Entre las dos distribuidoras suman más de 630 empleados y, más allá de los resultados positivos de sus últimos balances, presentan un panorama por lo menos complejo, si se tiene en cuenta que, como todas las empresas de servicios públicos, se encuentran con sus tarifas prácticamente congeladas desde hace más de diez años.

«Son dos operaciones que se concretaron teniendo en cuenta las expectativas de una recomposición tarifaria a mediano plazo», explicaron fuentes cercanas al grupo comprador.

Magna Capital es un fondo relativamente nuevo -comenzó a operar en 2009- liderado por el ex Citibank Ronaldo «Koni» Strazzolini. Su operación más importante hasta ahora había sido la compra de la tradicional cadena Barugel Azulay, por la que pagó US$ 15 millones asociada con la Organización Román.

La familia Román además participó como inversora de Magna Capital, aunque ahora en el fondo aseguran que no forma parte de su cartera de socios.

Salir de la versión móvil