La buena noticia de la baja en el precio del petróleo es que el Gobierno desembolsa menos fondos en subsidiar la importación de energía, necesaria para compensar la escasez de producción nacional. Según El Cronista, entre enero y febrero el sector recibió aportes por $ 18.190 millones equivalentes a un crecimiento interanual del 31 por ciento. Este ritmo de aumento representa la mitad de lo que habían trepado los subsidios en el primer bimestre del año pasado, cuyo incremento interanual había alcanzado el 67%, tal como consignó un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP). La tendencia contraria mostraron los aportes recibidos por el transporte, que demandó en el bimestre un 80% más que en el mismo período de 2014, lo que constituye un impulso ampliamente superior al acumulado de ese año (34% interanual). La totalidad de los subsidios entregados en el primer bimestre del año a empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado ascendió a $ 29.290 millones, una cifra que si bien representa un 40% superior al monto girado entre enero y febrero del año pasado, muestra una desaceleración de casi 20 puntos, ya que el incremento medio observado durante 2014 fue del 57% interanual. En materia energética -sector que se lleva el 60% de los subsidios totales-, el 85% de los $ 18.190 millones que recibe se concentran en sólo dos empresas: Cammesa, que recibió $ 11.282 millones, y Enarsa, que obtuvo $ 4.000 millones. Ambas tienen, entre otros fines a su cargo, el subsidio a la generación eléctrica y la compra de combustible importado para el abastecimiento interno.