En abril YPF aplicó aumentos en sus combustibles de hasta un 10%
Por el incendio de Ensenada, YPF tendría que realizar importaciones extras de combustibles por u$s 950 millones. Además, el Gobierno ordenó precios tope para las naftas y el gasoil, por lo que podría cambiar la configuración del mercado.
Desde que tomó la conducción de YPF, en mayo pasado, Miguel Galuccio estableció, como uno de los pilares del plan de alto impacto de la petrolera, la reducción de las importaciones de combustibles con el fin de limitar la salida de divisas, a tono con el mandato de la Casa Rosada. La desaceleración de la economía y, en especial, la mala cosecha de soja frenaron la demanda de gasoil e YPF pagó el año pasado un 30% menos que en 2011 por la compra de naftas y gasoil en el exterior.
Sin embargo, ese esfuerzo podría quedar neutralizado por el incendio de la refinería de Ensenada –el mayor complejo industrial del país y el principal pulmón abastecedor de combustibles a un mercado en constante aumento– como consecuencia de las gravísimas inundaciones registradas en La Plata. La avería de la planta obligará a la petrolera bajo control estatal a incrementar la importación de derivados medios para garantizar el abastecimiento en surtidores.
“Veníamos importando el 10% de lo que se producía. Vamos a tener que movernos posiblemente al 15%-16%, depende de cuán efectivos seamos”, detalló Galuccio en conferencia de prensa. “El Topping C, al lado del Coke A, tuvo un daño menor. Calculamos que su reparación podría llevar entre 45 y 60 días. Lo estamos relevando. Cuando esté listo, llegaríamos a poder procesar 24.000 m³”, agregó.
Principal jugador
YPF –el principal jugador del sector, con un market share cercano al 54%– importó 44.998 m³ de nafta Premium en 2012 y 823.000 m³ de gasoil, por los que pagó u$s 742 millones, un 30,15% menos que en 2011 (u$s 1.062 millones), según datos de la Secretaría de Energía. Pero este año, por el incendio de la unidad de Coke de la refinería de Ensenada –que permanece fuera de funcionamiento, a la espera de que las tareas de limpieza tras las gravísimas inundaciones registradas el martes permitan iniciar el proceso de reactivación–, las importaciones de combustibles aumentarán.
Aunque el ejecutivo declinó de dar cifras, allegados a la empresa indicaron que este año se deberían importar cerca de u$s 400 millones más de lo previsto.
Sin embargo, en la industria manejan números mayores. Según los cálculos realizados por los trader de combustibles, la petrolera bajo control estatal debería realizar importaciones extras de productos livianos medios por alrededor de u$s 700 millones por la salida de operación del Coke A, que procesaba 15.000 barriles diarios de crudo. A esa cifra habría que sumarle cerca de u$s 250 millones por la compra de combustibles en el exterior por la parada forzada del Topping C.
En consecuencia, por el incendio de la refinería de Ensenada –donde se refina el 25% de los combustibles que se consumen en el país– YPF tendría que de-sembolsar alrededor de u$s 950 millones para reemplazar la oferta de derivados medios que aportaba la planta platense.
La gran incógnita reside en determinar cuánto tiempo llevará la reparación de la unidad de Coke. Los técnicos de YPF empezarán a evaluar en los próximos días los daños de los hornos y las grúas de la terminal. Sin embargo, la versión generalizada en el sector sostiene que lo mejor es construir una nueva unidad. Es más, YPF ya tiene en marcha un proyecto para instalar una unidad más moderna –Astra Evangelista (la constructora de YPF) está trabajando en la obra civil–, pero en el mejor de los escenarios su fecha de ingreso no será antes de fines de 2014.
La situación anterior cambió, sin embargo, cuando el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, estableció de manera discrecional un precio tope para los combustibles por seis meses, hasta octubre. El valor máximo “será igual al más elevado del día 9 de abril del corriente año”, según dispone la resolución 35 publicada en abril en el Boletín Oficial.
Como YPF suele tener los valores más bajos, es la que más terreno tiene por ganar. El caso contrario es el de Shell, cuyo presidente, Juan José Aranguren, sufrió embates del Gobierno en múltiples ocasiones.
La petrolera nacional comenzó a remarcar los precios en surtidores un día después de publicada la norma, con alzas promedio del 7%. Los aumentos afectan aproximadamente a un 55% del mercado.
En la Capital, el litro de nafta Premium cuesta ahora $ 7,679, con lo que registró un aumento de un 9,87%, el salto más alto. La siguen el gasoil euro, de mayor calidad, que subió 9,19% (a $ 7,479), y la nafta Súper, que se ubicó en $ 6,929, un 9,13% por encima de su marca anterior. Con esos incrementos, YPF se ubica incluso por encima de los valores que muestran algunas estaciones de servicio Shell. Y superó holgadamente los precios oficiales de Axion (ex Esso).
El aumento de YPF varió según la provincia. Por ejemplo, en Resistencia, Chaco, el litro superó la barrera de los $ 8 (la Premium se ubicó en 8,389, un 7,56% por encima de la marca anterior). La Súper aumentó un 8% ($ 7,879 el litro). El incremento más alto se dio, llamativamente, en el gasoil, el llamado combustible del trabajo, que trepó 8,39%, hasta $ 7,099 el litro.
De acuerdo con la diferencia de precios que mantiene con sus competidoras en algunas regiones, YPF puede aumentar hasta un 20% sus combustibles.
La nueva configuración del mercado, signada por los topes de Moreno y los aumentos de YPF, podría obligar al resto de las empresas a incrementar sus importaciones. ›|‹