Galuccio admite que baja del petróleo afecta la rentabilidad de Vaca Muerta

Vaca Muerta no es una joyería, es un supermercado. Es Coto”. El curioso paralelismo corresponde nada menos que a la voz del presidente y CEO de la estatizada YPF, Miguel Galuccio, quien con esa frase intentó graficar los esfuerzos que todavía hacen falta para que el megayacimiento neuquino la apuesta oficial para recuperar el autoabastecimiento energético– arroje resultados exitosos.
La explicación la dio en medio del plenario de comisiones de Energía, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, que tras seis horas de debate ayer aprobó por mayoría el dictamen que respalda el proyecto que modifica la ley de Hidrocarburos 17.319, que ya cuenta con media sanción del Senado y que se tratará en el recinto el próximo 29 de octubre, donde se espera obtenga sanción definitiva. Allí, el titular de la petrolera (principal ideólogo de la reforma) tuvo que responder a las objeciones y cuestionamientos de los legisladores de la oposición, dentro de las que la reciente caída del precio internacional del petróleo y su relación con la rentabilidad y viabilidad del negocio también sobresalió como preocupación entre los diputados.
Con precios de u$s 84 u u$s 85 (el barril de crudo Medanito), los resultados económicos (de Vaca Muerta) son marginales, reconoció, sin escatimar sinceridad, el ingeniero quien además aceptó que por esa razón “Chevron (que invirtió más de u$s 1.200 millones en el área) no va a tener grandes resultados por los próximos seis años”. Resulta que el precio del Brent, que se utiliza en Europa, anota una baja de 28% desde junio, mientras el barril de crudo extraído en Texas (WTI), de referencia en EE.UU. y que también se usa como medida en la Argentina, si bien ayer repuntó, está entre sus niveles más bajos del año. Su valor se ubica en torno a los en u$s 80, lejos de los máximos de u$s 110. De todas formas, Galuccio después quiso matizar el impacto asegurando que a medida que se incrementen las inversiones en número de pozos, por una cuestión de economía de escala se achicarán los costos para producir, según publicó El Cronista.
Además del precio del crudo, las principales críticas realizadas por la oposición también se refirieron al establecimiento de un techo’ o nivel máximo de regalías a percibir de las empresas operadoras, los riesgos ambientales de la producción mediante el método de fractura hidráulica y el criterio que se aplicará para resolver la prórroga de los contratos de concesión y su duración.

 

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