El presidente de YPF, Miguel Galuccio, viajará en los próximos días a China para entrevistarse con directivos de las principales petroleras del gigante asiático. Si bien su agenda es todavía un misterio, El Inversor Online pudo saber que el titular de la mayor petrolera de la Argentina mantendrá reuniones con el presidente de Sinopec, la petrolera china que más ganancias registró en 2013 (US$ 10.650 millones).
YPF y Sinopec firmaron la semana pasada un acuerdo para extender hasta 2027 la exploración y producción de un campo en Mendoza. La operación supone inversiones por más de US$ 300 millones en La Ventana, un área productiva de la provincia cuyana. Desde la YPF evitaron realizar comentarios sobre la visita de Galuccio a Oriente.
El viaje de Galuccio a China le dará continuidad a los vínculos tejidos con empresarios asiáticos el mes pasado durante la visita de una comitiva oficial liderada por el presidente Xi Jinping. Por eso, también podría tener contacto con otras poderosas petroleras chinas como CNOOC, que en la Argentina está asociado con la familia Bulgheroni (controla un 50% de Bridas); Petrochina y China National Offshore Oil Corporation, entre otras.
Sinopec, por su parte, es uno de los grandes productores de crudo de Santa Cruz. Extrae cerca de 5000 metros cúbicos diarios (m3/d) de petróleo en la cuenca del Golfo San Jorge, al norte de la provincia gobernada por Daniel Peralta. Sin embargo, desde su desembarco en el país, concretado en 2010, sufrió numerosos conflictos gremiales -una constante en Santa Cruz- que complicaron la operación de sus yacimientos. De hecho, desde la semana pasada sus campos producen por debajo de sus posibilidades -estuvieron incluso completamente parados durante dos días- a raíz de una medida de fuerza del sindicato petrolero de Santa Cruz.
Por eso, hace un tiempo circuló en el mercado la versión de un presunto interés de Sinopec por reducir su exposición en la provincia a través de un asociación con YPF, otra operadora de los yacimientos en el norte santacruceña que, por ser una empresa controlada por el Estado, tiene más espalda para dosificar la relación con los sindicatos petroleros. También había trascendido el interés de Sinopec por hacer pié en Vaca Muerta, para conocer de primera mano la explotación de campos no convencional. Sin embargo, esas posibilidades se fueron desvaneciendo y ninguna llegó a concretarse.