Los ministerios de Agroindustria y Energía y Minería de la Nación comenzarían a instrumentar a partir de noviembre el uso de vehículos con motores Flex-Fuel, capaces de funcionar con hasta un 100 por ciento de bioetanol, o bien porcentajes menores mezclados con naftas.
Este tipo de rodados ya funcionan en Brasil y Paraguay dentro de Sudamérica. Desde el punto de vista económico, permiten al usuario cargar biocombustible en mayor o menor medida de acuerdo a su precio en relación con el de la nafta.
Para que el plan funcione, el Gobierno fijará a las automotrices locales la fabricación de determinados lotes de vehículos de estas características para abastecer el mercado y las estaciones de servicio tendrán que incorporar surtidores exclusivos con etanol hidratado.
Por su parte, las industrias de bioetanol –a base de maíz y de caña de azúcar- deberán realizar inversiones para generar mayor producción de biocombustibles. Según declaraciones a este medio, industriales maiceros están dispuestos a invertir alrededor de 500 millones de dólares para aumentar la elaboración de biocomburente.
Según señaló el secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria, Néstor Roulet, durante un seminario en el auditorio de la Sociedad Rural de Jesús María, Córdoba, se está analizando un esquema de licitaciones para proveedores de bioetanol con la idea de lograr una mayor competencia de precios.
“Nuestra idea es que una futura participación para el aumento de la mezcla no sea a través de cupo, sino que las petroleras puedan establecer su demanda en un mercado de mayor competencia”, expresó el funcionario.
Cabe destacar que el año pasado el Gobierno nacional instrumentó un salto en el corte de bioetanol en naftas del 10 al 12 por ciento (E12).
Según informaron a este medio fuentes del sector, se está proyectando elevar esos porcentajes de manera gradual hasta a un E25 (25 por ciento de bioetanol en naftas).
Para ello, el Gobierno está llevando a cabo una serie de estudios que permitan este incremento, sobre todo porque hay que analizar si el parque automotor argentino está capacitado para soportarlo.
Según declaró el subsecretario de Bioindustria, Mariano Lechardoy, en 60 días tendrán resultados sobre una evaluación de emisiones con un corte al 15 por ciento en el laboratorio del Ministerio de Ambiente.
Cabe destacar que Argentina cuenta con normas ambientales europeas, más estrictas que las que tienen Estados Unidos y Brasil.
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