Con el objetivo principal de añadir valor a su producción
A partir de un impulso eminentemente estatal, más organismos buscan alternativas tecnológicas para sumar valor a la industria minera.
Con la inauguración de varios laboratorios especializados y la creación de nuevos entes de investigación dedicados a promover saberes e innovaciones dentro del sector, la minería argentina comienza a transitar lentamente, pero a paso firme, la senda del desarrollo tecnológico a gran escala. El objetivo esencial de esta tendencia, que obsesiona al secretario de Minería, Jorge Mayoral, es tan ambicioso como necesario: añadir valor a la producción local.
Sucede que, a criterio del funcionario, es precisamente ése el reto número uno que tiene por delante la industria minera nacional. “No podemos conformarnos con ser una potencia mundial en términos de reservas y producción de minerales. Tenemos que comenzar a enriquecer y purificar nuestros metales preciosos, además de discutir el proceso de desarrollo de las sales de litio, los ‘cómo’ y los ‘cuándo’ del rubro. De lo contrario, seguiremos siendo un mero exportador de recursos primarios”, opina Mayoral.
Ante este desafiante escenario, Catamarca pica en punta como la jurisdicción más decidida a otorgar mayor riqueza a sus recursos naturales. La provincia gobernada por Lucía Corpacci es sede del Instituto de Investigaciones Mineras (IDIM), posee el primer laboratorio geoespacial del país, está a punto de lanzar un laboratorio biominero y tiene en carpeta una refinería de metales. Asimismo, cuenta con la primera planta de baterías de litio de la Argentina.
Iniciativas catamarqueñas
Dependiente de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA), el IDIM fue ideado por el claustro docente de la carrera de Ingeniería en Minas, que se dicta en la Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas (FTCA). “Con esta propuesta, que nos llena de orgullo, apuntamos a integrar los conocimientos de nuestros investigadores con el medio social y productivo de la provincia”, indica el rector de la UNCA, Flavio Fama.
En cuanto al laboratorio geoespacial, inaugurado hace cuatro años, se trata de una instalación gestionada con los más altos estándares de calidad, dotada de una estructura funcional de última tecnología para posibilitar la prestación de diferentes servicios en el segmento.
Consultada por este medio, la directora del laboratorio, Analía Argerich, explica que la meta principal es ampliar la información disponible para que las mineras puedan agilizar el manejo de sus referencias geoespaciales. “Estamos en condiciones de facilitarles tanto la transferencia de datos como su mejor comprensión”, asegura.
A través del Instituto de Tecnología Minera del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), Catamarca también tendrá un laboratorio biominero destinado a impulsar el desarrollo de alternativas biotecnológicas sobre distintos minerales, con el propósito de acceder a nuevos procesos de concentración y purificación de éstos.
Pioneras a escala regional, sus investigaciones estarán relacionadas con el aprovechamiento de elementos a partir del uso de minerales portadores de residuos y organismos vivos (microorganismos, hongos, bacterias y plantas o enzimas derivadas de sus procesos metabólicos).
La mira en el litio
Por si fuera poco, la provincia dispone de la primera planta de baterías de litio del país. A cargo de la cordobesa Sol.Ar, empresa mixta conformada por capitales públicos y privados, el proyecto implicó una inversión cercana a los u$s 30 millones.
“Inicialmente fabricamos unidades homologadas para notebooks, pero pronto estarán listas las de automóviles”, anticipa Daniel Barraco, físico del Consejo Nacional de Investigaciones Cientí-ficas y Técnicas (Conicet), quien coordina el emprendimiento.
Capaz de producir 3 millones de baterías por año, la planta alberga a científicos y técnicos de diferentes instituciones nacionales como la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Conicet y la Comisión de Energía Atómica (CNEA).
Pero la intención de agregar valor a este mineral cada vez más demandado en el mercado internacional –y por el que un creciente número de mineras de distinta procedencia viene anunciando millonarias inversiones productivas en el norte del país– no es patrimonio exclusivo de Catamarca, sino que también suscita ilusiones en Salta y Jujuy, donde se instalarán las siguientes fábricas. De hecho, acaban de comenzar las obras de construcción de la primera planta industrial, situada en el salar de Olaroz, en plena Puna jujeña.
Muchos investigadores consideran que el aprovechamiento bruto y tecnificado del litio en el NOA podría significar en el siglo XXI lo que representó el agro para las provincias pampeanas en el siglo XIX.
Más valor de exportación
Uno de los organismos públicos que más fuertemente está apostando por la revalorización de recursos en el ámbito minero es el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, a cargo de Lino Barañao.
En diálogo con El Inversor Energético & Minero, el funcionario destaca la necesidad de impulsar la capacitación de expertos en la extracción de materias primas como el litio para perfeccionar los procesos productivos utilizados en el país. Dado que la Argentina ocupa el cuarto lugar en la producción mundial y, junto con Chile, maneja un 70% de las exportaciones globales, cree que el foco debería estar puesto en su añadido de valor. “La investigación y la comercialización de este mineral serán esenciales para el crecimiento productivo, no sólo a nivel local, sino también en toda Latinoamérica. Es por eso que estamos trabajando a fin de construir una experiencia digna de ser imitada”, expresa.
En la misma sintonía opina Ernesto Calvo, presidente del Instituto de Química Física de los Materiales, el Medio Ambiente y la Energía (INQUIMAE). “El país está excelentemente posicionado en cuanto a reservas y extracción de este elemento más liviano que el agua, gracias a los yacimientos que albergan los salares de Olaroz (Jujuy), del Rincón (Salta) y de Hombre Muerto (Catamarca). Pero si venciéramos los obstáculos tecnológicos que hoy impiden obtenerlo en un grado de altísima pureza, nuestras exportaciones se incrementarían exponencialmente”, afirma.
Un sueño refinado
Aunque se trata de un objetivo más lejano que el de los emprendimientos mencionados hasta ahora, la minería se resiste a abandonar el sueño de refinar metales en territorio nacional.
En el caso del cobre, Mayoral admitió que se reunió con representantes de la operadora china NFC para analizar la posibilidad de instalar unidades industriales que puedan procesar un piso de 160.000 toneladas (Tn) y un máximo de 200.100 Tn de concentrado del recurso. “Estamos hablando de una inversión en torno a los u$s 600 millones”, proyectó.
Tres provincias, en tanto, coquetean con la idea de refinar oro. Una de ellas es Santa Cruz, tal como confesó el intendente de Caleta Olivia José Córdoba, para quien el complejo podría instalarse en la zona noroeste central, cerca del Macizo del Deseado. “La refinería podría añadir valor no sólo al metal precioso extraído en suelo santacruceño, sino también a los recursos de otras jurisdicciones provinciales, e incluso de naciones vecinas como Chile, Brasil y Bolivia”, aventuró.
Aunque parece haberse enfriado últimamente, de acuerdo con el gobernador José Luis Gioja, San Juan también podría contar con su propia refinería aurífera. “No representaría una inversión tan grande, y dicho desembolso no lo haría la provincia, sino una compañía privada”, aclaró.
En Catamarca, por su parte, desde hace años Yacimientos Mineros Aguas del Dionisio (YMAD) planea construir una pequeña planta de esa índole, aunque hasta el momento no hay nada concreto.›|‹