La tendencia se está haciendo sentir principalmente en Europa. Así lo indica un informe de KPMG que relevó la situación del sector en 23 países, incluida la Argentina.
Los incentivos y beneficios impositivos que facilitan el desarrollo de las fuentes renovables de energía están registrando un claro retroceso a nivel global. El recorte se localiza sobre todo en la Unión Europea (UE), región pionera en materia de generación energética alternativa, pero muy afectada por la crisis financiera internacional. En Asia, por el contrario, el rubro prácticamente no se está viendo afectado.
Ése es el panorama que describe KPMG en su informe “Taxes and Incentives for Renewable Energy 2012”, confeccionado sobre la base de la situación de la energía eólica, solar, de biomasa, geotérmica e hidroeléctrica en 23 países de todo el mundo, entre los que se encuentra la Argentina.
Además de un menor nivel general de incentivos fiscales, la consultora detectó un estancamiento en las iniciativas de uso energético eficiente, la implementación de redes inteligentes de distribución eléctrica (smart-grid), los biocombustibles y la captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2).
De acuerdo con el trabajo, si bien la mayor parte de las naciones del Viejo Continente están cumpliendo con sus compromisos de generación verde de cara a 2020, los continuos problemas económicos en la Eurozona han provocado que algunos gobiernos reconsideren o retiren momentáneamente su apoyo al segmento. Alemania, por caso, redujo sus subsidios en un 15%, mientras que en Reino Unido e Italia ese porcentaje trepa hasta un 50%. En España, en tanto, algunos subsidios fueron directamente cancelados, lo que provocó el cierre de muchas fábricas de paneles solares y el despido de miles de empleados.
No obstante, para KPMG las energías verdes seguirán siendo –en el mediano plazo– las vías de generación de lectricidad con mayor crecimiento previsto, con una expansión de un 3,1% anual hasta 2035. En efecto, estima que para ese año las fuentes renovables alcanzarán un 14% de participación en la matriz eléctrica planetaria.
¿Y por casa?
A decir de Omar Díaz, director de Impuestos de KPMG en la Argentina, con abundantes recursos naturales a lo largo y ancho de su territorio, el país está impulsando el desarrollo de las energías renovables. “Lo está haciendo, a pesar de todo lo que falta resolver en términos de acceso al financiamiento, con el doble fin de acompañar su crecimiento económico y –al mismo tiempo– atender su mayor demanda de energía”, indica.
A su entender, el marco regulatorio establecido para lograr esos objetivos se puede separar en dos grupos. “En primera instancia, se fomentaron los biocombustibles a través de la Ley 26.093 y el Decreto 109/07, para luego dar paso al resto de las energías renovables con la Ley 26.190 y el Decreto 562/09. En ese sentido, se plasmó como meta para el año 2016 alcanzar el 8% de participación en el consumo de energía eléctrica nacional”, puntualiza.
Las mencionadas leyes prevén beneficios impositivos para las compañías interesadas, como la devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA) correspondiente a los bienes nuevos amortizables incluidos en el proyecto o la amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias de éstos. “Numerosos gobiernos provinciales se han adherido al régimen de fomento nacional, consagrando exenciones en Ingresos Brutos, Sellos, Impuesto Inmobiliario, etc.”, añade.
Para el especialista, a partir de esos beneficios resulta interesante esbozar un racconto geográfico de los principales proyectos en desarrollo. “Hoy en la zona pampeana sobresalen los emprendimientos de biocombustibles, mientras que en Cuyo se destacan los de energía solar, y en la Patagonia los eólicos”, completa.
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