Hay cada vez menos surtidores por la falta de rentabilidad del segmento

Acosado por la falta de rentabilidad y la suba de costos (luz, impuestos y salarios), entre otras cosas, el parque de surtidores continúa reduciéndose. De noviembre a enero dejaron de funcionar 111 estaciones de servicio. Según estadísticas elaboradas por la cámara sectorial AES (Asociación de Estaciones de Servicio), en ese lapso el sistema expendedor de combustibles se contrajo de 4.455 puntos de venta a 4.344. De este modo, la tendencia declinante se mantiene firme: en la última década cerraron 2.200 estaciones. La ecuación de ingresos -un porcentaje de las ventas en el surtidor- y gastos de la operación es un desafío para las estaciones. “Los costos internos son enormes. Y el punto de equilibrio de una boca requiere colocar 250.000 litros mensuales, y muchas están por debajo de ese nivel”, dijo a iEco Luis María Navas, directivo de AES. En el sector subrayan que la ganancia de una estación depende del precio de las naftas y el volumen de ventas. “Si esa fórmula no cierra, la estación también cierra por falta de rentabilidad”, explica Navas. De las 4.344 estaciones de servicio que hoy están en actividad, 1.451 pertenecen u operan bajo la bandera de la reestatizada YPF. Al igual que años anteriores, un tercio de los puntos de venta (el 33,4%) son distribuidoras de la petrolera estatal. En el esquema de distribución, las estaciones privadas que operan con YPF “perciben un porcentaje fijo del 8%”, dice Navas. De este modo, mientras la suba de precios de los combustibles golpea los bolsillos de los consumidores, también representa un alivio para los “estacioneros”. Las otras fuentes de ingreso (autoservicio, engrase o gomería, venta de repuestos, etc.) no tienen tanta incidencia en la operación total.

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