Entrevista con Marcelo Álvarez, presidente de la CAEM
Uno de los principales desafíos del sector, según Marcelo Álvarez, radica en equiparar las exigencias para la autorización de los proyectos. “También hay que trabajar para que el sector sea mejor comprendido por la sociedad”, resalta el titular de la CAEM.
En el marco de una nueva edición del Día de la Minería, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) resalta que en los últimos dos años se han dado importantes cambios en aspectos fiscales y relacionados con la competitividad de los proyectos mineros. Así lo cree Marcelo Álvarez, presidente de la entidad, quien destaca la eliminación de los derechos de exportación de minerales como una medida que permitió disminuir la diferencia de presión fiscal que existía entre la Argentina y el resto de los países mineros. “Además, se volvió a permitir la libre remisión de utilidades al exterior, se inició una apertura hacia la importación de insumos y bienes de capital, y se otorgaron beneficios fiscales para los gastos en exploración como la devolución de IVA y la doble deducción de los gastos”, enumera en diálogo con El inversor Energético & Minero. Según sus palabras, también debe celebrarse la consolidación del programa ‘Hacia una Minería Sustentable’. “Estamos trabajando junto con líderes de opinión y diversas instituciones y profesionales a fin de brindar las herramientas para conseguir los más altos estándares de calidad y control, buscando superar los antiguos paradigmas. Realizamos visitas en todo nuestro territorio para impulsar las mejores prácticas ambientales y reforzar el compromiso con la seguridad, la salud y la sustentabilidad”, detalla.
En la Argentina, indica, conviven regiones donde la minería es aceptada y promovida, otras donde está prohibida y otras donde la opinión está dividida. “Hoy nuestra prioridad pasa por procurar cerrar el gap entre la opinión pública y la actividad. Por ello seguiremos apostando por el crecimiento de nuestro programa, que es una condición de membresía entre nuestros asociados en pos de que las empresas sigan los esquemas de la mejor minería del mundo. Es clave garantizar a la sociedad que las operaciones se realizan con responsabilidad y bajo las más estrictas políticas de calidad y sustentabilidad”, recalca.
Desde su óptica, por estos días el sector comenzó a transitar el camino del cambio. “Resulta sustancial seguir avanzando en todos los aspectos que confluyen en la competitividad y que ayudan a atraer las inversiones, tan necesarias para el país”, sostiene.
Búsqueda competitiva
A criterio de Álvarez, los principales desafíos que afronta la industria minera vienen por el lado regulatorio. “Se ha avanzado mucho en estos últimos dos años, pero todavía hace falta homogeneizar los requerimientos para la autorización de los proyectos, garantizando la estabilidad que precisan inversiones de tan largo plazo”, subraya.
Otro reto, admite, estriba en hacer que el sector sea mejor comprendido por la sociedad en su conjunto. “Quienes están lejos de la minería pueden albergar dudas o arrastrar prejuicios. Por eso entendemos que es fundamental abrir el diálogo y trabajar junto con todos los actores sociales, propiciando la comunicación y la transparencia. Debemos promover una minería inclusiva, transparente, sustentable e integrada a las comunidades”, afirma.
Es necesaria, agrega, una continuidad en el trabajo con las autoridades para impulsar la productividad, generando condiciones para que la Argentina sea más atractiva. “Uno de los aspectos en los que ponemos mayor interés es el de la competitividad. Por eso formamos parte –junto con representantes del Gobierno nacional y provincial, empresarios y sindicatos– de la Mesa de Competitividad del Sector Minero, donde analizamos alternativas para disminuir los costos laborales, logísticos y tributarios”, completa. ›|‹