Funcionarios del Poder Ejecutivo y gobernadores de las provincias productoras de petróleo cerraron filas ayer en el Senado en defensa del proyecto de ley de hidrocarburos que impulsa la administración de Cristina Kirchner. El oficialismo ya anunció quefirmará dictamen hoy, al término de un nuevo plenario de comisiones convocado para las 11 y que cerrará el presidente de YPF, Miguel Galuccio.
El debate tuvo momentos de alta tensión política, como cuando desde el radicalismo se denunciaron maniobras de «extorsión» del Poder Ejecutivo para obligar a los gobernadores a cerrar el acuerdo que terminó plasmado en el proyecto. Los mandatarios provinciales negaron haber canjeado su apoyo a la iniciativa por la renegociación de sus deudas con la Nación, pero admitieron que las negociaciones fueron ríspidas.
Al plenario de comisiones de ayer asistieron el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; la secretaria de Energía, Mariana Matranga, y el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, quien protagonizó sonoros cruces políticos con el radical Ernesto Sanz y con Fernando Solanas (como se informa por separado).
También concurrieron los gobernadores Jorge Sapag (Neuquén), Fabiana Ríos (Tierra del Fuego), Francisco Pérez (Mendoza), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Martín Buzzi (Chubut).
El mandatario patagónico fue protagonista de uno de los momentos más incómodos del plenario, que se produjo cuando su comprovinciano Mario Cimadevilla (UCR) le pidió que confirmara si había denunciado al gobierno de Cristina Kirchner de extorsionarlo para que apoyara el proyecto de hidrocarburos con la difusión de una investigación de la AFIP sobre una millonaria cuenta en dólares radicada en Miami.
En medio de los evidentes murmullos que generó la pregunta del legislador, debió salir Weretilneck al rescate de un Buzzi que se quedó callado. «En todo este proceso de discusión de cuatro meses, hubo cuestiones normales y lógicas de un proceso democrático», explicó el mandatario rionegrino, quien intentó despejar las sospechas de aprietes al afirmar que «esta ley es producto del convencimiento de los gobernadores».
La fueguina Ríos sumó su aporte en defensa de Buzzi: «Si la pregunta es si hubo presiones, la respuesta es no».
«Ustedes hablaron de presión, pero en toda negociación hay discusiones y estrategias, y poner de acuerdo a diez jurisdicciones y a la Nación no ha sido simple», se atajó el neuquino Sapag, aunque admitió que hubo «discusiones ríspidas» antes de llegar a un acuerdo.
Sapag también pasó un mal momento cuando, otra vez, Cimadevilla le pidió que diera precisiones del acuerdo con Chevron por la explotación del yacimiento Vaca Muerta, que permanece en secreto. Tras dar una larga explicación sobre las obras públicas nacionales que recibirá Neuquén por el convenio, el gobernador terminó mandando al senador a pedirle respuestas a Galuccio. «Las cláusulas se las pueden preguntar al presidente de YPF», dijo.
Tal como informó La Nación en su edición de ayer, el gobierno nacional elaboró un «instructivo» para que sus senadores puedan defender el proyecto en las comisiones y en el recinto. El texto fue leído por el ministro De Vido, quien expuso las bondades de la iniciativa oficial durante más de 40 minutos.