El equipo económico del Gobierno presentó un proyecto para blanquear dólares radicados en el país y el exterior y destinarlos a proyectos productivos ayer, el mismo día en que la divisa paralela cerró por primera vez por encima de los diez pesos. El dinero a regularizar no pagará impuestos retroactivos y se canjeará por bonos que financiarán obras energéticas, llamados Baade (Bono de Ahorro Argentino para el Desarrollo), y certificados para el sector inmobiliario, denominados Cedin (Certificados de Depósitos para el Sector Inmobiliario). El plan está orientado a captar dólares no declarados, indicaron los funcionarios, aunque también podrán suscribir a los instrumentos quienes tengan divisas formalizadas. Y, en los hechos, apunta a conseguir dólares para financiar a YPF y reactivar el mercado inmobiliario, al ofrecer alternativas de ahorro en divisa extranjera. El proyecto de ley entró anoche al Congreso, informó el Poder Ejecutivo. Una vez promulgada la ley, las personas tendrán tres meses para ingresar al programa. Los instrumentos se canjearán luego por dólares. Por orden de la presidenta Cristina Fernández, ocurrió ayer, pasadas las 16, algo inusual: el equipo económico a pleno recibió a la prensa para presentar el nuevo plan de blanqueo de divisas. De derecha a izquierda se sentaron en el salón de conferencias de la AFIP el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el de Planeamiento Económico, Axel Kicillof, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y el jefe de la AFIP y anfitrión, Ricardo Echegaray. Lorenzino introdujo la noticia y cedió la palabra a Kicillof, a Marcó del Pont y a Echegaray. Moreno, el autor intelectual de la medida, recién habló cuando la prensa formuló preguntas. Quien tenga divisas y quiera blanquearlas podrá adquirir un Cedin. El dinero quedará en el Banco Central. El Cedin podrá usarse para operaciones inmobiliarias de todo tipo, desde la construcción hasta la adquisición de un lote o la refacción de una vivienda, explicó Marcó del Pont. Es un instrumento endosable y al portador, más seguro que llevar dólares físicos, dijo Moreno. El Baade es un título público en dólares que pagará 4% anual de interés en pagos semestrales y tendrá como destino inversiones en energía. «Es accesible para todas las personas con capacidad de ahorro», dijo Lorenzino, según lo publicado por El Cronista. El Gobierno apunta, con estos instrumentos, a captar una parte de los 40.000 millones de dólares que los argentinos tienen en el país y el triple (u$s 120.000 millones adicionales) que, crece en, tienen argentinos en el exterior, según un informe de la Reserva Federal de 2006. Algo de eso fue a Puerto Madero y a otros complejos inmobiliarios. Queremos que eso vuelva a ocurrir, dijo Moreno. En los hechos, el Gobierno admitió que no logró pesificar el mercado inmobiliario. Según Echegaray, ingresaron en 2009 unos u$s 4.000 millones por el blanqueo de capitales con moratoria impositiva. Si bien ahora no existe una meta ni un fin recaudatorio, el Gobierno aspira a conseguir una cifra de dólares similar.
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