Una treintena de entidades avaló el desarrollo minero en la Meseta de Chubut mediante un informe técnico en el que abordan el uso del agua y los recursos energéticos, el resguardo del medio ambiente y la sostenibilidad de las operaciones, en un contexto que consideran de desarrollo social y económico para la región.
La finalidad del documento es «enriquecer el debate» que se produce en Chubut en el marco del tratamiento de la ley de zonificación minera que aguarda su debate legislativo tras 20 años de discusión, lo que «impide -afirman- ampliar su matriz productiva a las regiones más postergadas de la provincia y el pais».
El informe lleva la adhesión de la Cámara de Proveedores y Empresarios Mineros de Chubut, la Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la actividad minera; la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, la Cámara Argentina de la Construcción, la Red de Académicos por una minería sustentable; y Women In Mininng Argentina, entre una treintena de firmantes.
Acerca de la gestión del agua, el informe indicó que la meseta del Chubut y otras zonas patagónicas «son desiertos fríos donde la falta de agua superficial es evidente, pero pocos conocen la existencia de abundantes reservas hidrogeológicas subterráneas»,las cuales «son inagotables, renovables y que provienen de precipitaciones de quizás muchos años atrás».
«La industria minera puede abastecerse de esta fuente de agua no solo para su proceso industrial y su personal, sino que la región puede utilizarla para las comunidades locales y el desarrollo económico en otras actividades, en una cantidad necesaria para ambas actividades que es ínfima del 0,5%» del recurso disponible», aseguraron.
Las entidades reiteraron que «la minería no utiliza agua para sus procesos abiertos y luego la vierte al ambiente en las cuencas superficiales, como habitualmente se mal informa. Todos son sistemas cerrados donde el agua circula una y otra vez y la masa de agua se reutiliza en forma permanente».
En cuanto a la calidad del aire, «el riesgo que podría existir en la contaminación debido a partículas que se generan en la extracción, acarreo y tratamiento del mineral es mitigado y reducido a la nada cuando se aplican tecnologías que utiliza el sector», aseveraron las entidades.
Pero «también se aplican sistemas de control de la biodiversidad y donde se examinan las características de la flora y fauna local, muy a menudo usando los servicios de universidades locales, con el único fin de evaluar la efectividad de estos sistemas de supresores».
Otro de los puntos sobre los cuales se debe poner mayor atención en la mineria son los diques de cola, sobre lo cual afirmaron que «existen muchas medidas que se establecen durante el diseño, construcción y control durante el ciclo de vida, operación y cierre definitivo del mismo».
«La industria minera argentina ha demostrado ser responsable en ese sentido al no tener un solo incidente ambiental catastrófico en ninguno de los diques existentes hace décadas», reseñaron.
Finalmente se destacó que «al margen de la necesidad de divisas que tiene el Estado nacional para su mejor funcionamiento, la industria minera podría realizar aportes significativos y sumar innumerables razones para el desarrollo del país y sus habitantes».
«Una industria minera sustentable y moderna como la que existe hoy en Argentina, con empresas altamente capacitadas y conscientes de la responsabilidad social y ambiental es el resultado de muchas experiencias acumuladas desde los inicios de la minería», concluyeron. Fuente: Telam.