De acuerdo a los datos del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil, en diciembre de 2016 la balanza comercial entre Argentina y Brasil arrojó un déficit cercano a US$ 320 millones. De esta forma, el rojo se profundizó en comparación al registrado durante el mismo mes de 2015, cuando había rozado US$ 270 millones (+19% i.a.).
A pesar de que las exportaciones argentinas pegaron un salto considerable en el último mes del año (+48% i.a.) impulsadas por las colocaciones de vehículos, maíz, cebada y trigo (superando US$ 900 millones), no pudieron contrarrestar el avance de las importaciones (+40% i.a.) desde Brasil, lo que profundizó el rojo en el intercambio bilateral. Por otro lado, es importante remarcar que, aunque las ventas a nuestro principal socio comercial repuntaron fuertemente en relación a diciembre de 2015, permanecieron 23% por detrás del valor enviado durante el último mes de 2014 (casi US$ 1.200 millones). Cabe recordar que diciembre de 2015 (producto del freno del comercio exterior a la espera de una inminente devaluación) había sido el menor monto exportado para ese mes desde 2005.
De esta forma, el año pasado el déficit comercial con Brasil se incrementó más de 70% i.a., saltando de US$ 2.500 millones en 2015, a US$ 4.300 millones durante el primer año sin cepo. El deterioro del saldo observado en 2016 obedeció tanto a la caída de nuestras exportaciones al principal socio del Mercosur (-12% i.a.), como al avance de nuestras importaciones desde Brasil (+5% i.a.).
El mayor logro de 2016 fue que en más de la mitad de los meses nuestras exportaciones al gigante del Mercosur exhibieron una mejor perfomance que las del resto del mundo (por caso, en diciembre la participación local dentro del total de las compras del país vecino subió más de dos puntos porcentuales). De esta manera, la participación argentina en las compras brasileñas creció 0,6 puntos porcentuales en 2016, lo cual revela que el deterioro observado en las ventas a Brasil obedece exclusivamente a la crisis de atraviesa ese país.
Cabe aclarar que la participación local dentro de las compras totales de nuestro principal socio comercial alcanzado el año pasado (6,6%), aún se encuentra lejos del máximo alcanzado en 2011 (7,5%). Por lo que todavía hay un largo camino a la hora de revertir el deterioro que sufrió el vínculo comercial con Brasil durante los últimos años.