El interventor del Yacimiento Carbonífero de Río Turbio, Omar Zeidán, descartó hoy rotundamente versiones de cierre del organismo, y precisó que se recibió un presupuesto de 4.200 millones de pesos para el yacimiento, 3.000 millones para la usina y 20.000 millones para la represa del Río Santa Cruz.
Dijo además que el emprendimiento soportó «un nivel de corrupción muy alto» durante el kirchnerismo, y que hubo que paralizar la explotación para hacer mantenimiento, porque «no se cumplía con las medidas básicas de seguridad»: «Se está organizando administrativa y operativamente el yacimiento y, en la actualidad, la energía está puesta en la red troncal de ventilación, ya que no se cumplía con las medidas básicas de seguridad y hubo que parar la explotación para hacer mantenimiento», aseguró el funcionario.
Zeidán sostuvo que «el yacimiento venía con problemas estructurales muy grandes y un nivel de corrupción muy alto; la empresa ahora atraviesa un proceso de transición y reorganización».
«Antes el emprendimiento era manejado por la UTN y no tenía sistema operativo, licitaciones ni sector de compras, siendo una empresa con 3.000 agentes», agregó.
El interventor sostuvo que hay un «cambio de paradigma» respecto de la gestión del yacimiento en el kirchnerismo y contó que el presidente Mauricio Macri le solicitó «lograr la sustentabilidad y denunciar los hechos de corrupción».
«Se instaló un relato sobre la posibilidad de cierre del yacimiento, que se iba a despedir personal o a privatizar, pero está relacionado a una oposición de un sector de la provincia», consideró.
En función de desligitimar esa creencia, Zeidán enumeró que se ha recibido un presupuesto millonario de 4.200 millones de pesos para el yacimiento, 3.000 millones para la usina y 20.000 millones para la represa del Río Santa Cruz.
«Se busca la racionabilidad del yacimiento y ligarla a la producción, es una empresa del Estado y debe convertirse en una empresa de todos los argentinos, está la obligación de no defraudar y de sacar carbón», reseñó.
El funcionario destacó que «esta intervención recibió una crítica desmedida desde que asumió, hay un conflicto político muy importante en la empresa y sectores políticos que apuestan a que el modelo de gestión fracase, pero en el primer semestre se gastó 500 millones de pesos menos».
Asimismo, Zeidán consideró que «no es sostenible que los trabajadores tengan tres meses de vacaciones; los convenios colectivos deben estar ligados a la producción».
«No vamos contra los trabajadores: estamos cuidando los recursos de todos los argentinos para garantizar las fuentes de trabajo de acá a 50 años», aclaró el funcionario a radio Arinfo.
El Yacimiento Carbonífero de Río Turbio está ubicado en una cuenca carbonífera de Santa Cruz y es el centro de la actividad económica de la zona.
El desafío de la nueva gestión es extraer carbón para suministrar a la usina en la boca de la mina del yacimiento y para 2017 debe garantizar 500 mil toneladas de carbón para el primer módulo, lo que va a generar 120 megas.
«Tengo confianza en el recurso humano, lo vamos a hacer; me siento muy acompañado por el presidente y el ministro de Energía y le pido a los trabajadores que acompañen en este proceso, tenemos que hacer un esfuerzo extra», exhortó.
Por último, el funcionario añadió que «es impresionante lo que podemos generar desde la economía a través de la minería, cuidando recursos, cuidando el medio ambiente y haciendo las inversiones necesarias».
«La minería es el futuro del país y la necesita, para eso tenemos que trabajar responsablemente todos; se necesita de los trabajadores, jerárquicos, gremios y la política, si no vamos a ir al fracaso», destacó.
Para Zeidán, «el único peligro es si no cumplimos objetivos, pero el Estado nacional tiene la voluntad política para que eso no suceda y al país lo vamos a sacar adelante entre todos».
Comentarios: