«Foco infeccioso de coronavirus». Así consideraron las comunidades indígenas de Jujuy a los yacimientos mineros ubicados en la provincia luego de que se reportaran más de 250 casos positivos de COVID-19.
Según afirmaron treinta organizaciones, «la megaminería no es una actividad esencial, nuestras vidas son esenciales» y en ese sentido, sostuvieron que se vive «una grave situación» en las regiones jujeñas de la Puna y la Quebrada de Humahuaca, donde están ubicadas las mineras extractoras de lito y explotadoras de plomo y zinc.
Asimismo, en el comunicado expresan que se pone en riesgo «la vida de los habitantes de pueblos y comunidades, sin embargo vemos claramente como las empresas siguen priorizando su productividad y sus ganancias, antes que la vida y salud de sus trabajadores».
«Las empresas deben hacerse cargo económicamente de garantizar el sostenimiento de los salarios de los mineros y responsabilizarse de sus enfermos y trabajadores afectados y de la situación sanitaria generada», solicitaron.
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