La medida suma presión sobre un sector ya golpeado por la caída de los precios del petróleo y del gasoil, además de limitado por trabas comerciales de la Unión Europea (UE). Según la agencia Reuters, la Secretaría de Energía informó que el impuesto que rige para el cuarto mes del año es del 13,2%, desde el 5% de marzo. Esta fuerte subida contrasta con la baja desde el 8,9% de febrero, decisión que fue celebrada por el sector. El Gobierno debe publicar mensualmente y por adelantado los cambios en el tributo sobre las ventas externas del producto, pero la información de la alícuota se encuentra desactualizada, por lo que los ajustes se están realizando retroactivamente. El incremento para abril, sumado a la incertidumbre sobre la evolución del gravamen a futuro, ya está generando conmoción en la industria local. «De persistir todo esto, a corto plazo la industria argentina de biodiesel va camino a una crisis de proporciones nunca antes conocida», aseguró Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno. La Argentina solía ser el principal proveedor mundial de biodiesel -elaborado en base a aceite de soja, del cual el país es el mayor exportador a nivel global-, pero en los últimos años sus ventas externas del ‘combustible verde’ se han derrumbado. La semana pasada, un representante de la mayor cámara de productores argentinos de biodiesel dijo a Reuters que los envíos externos se desplomarían un 50% interanual en 2015, a 800.000 toneladas, como consecuencia de la fuerte baja en los precios internacionales del crudo.