La Argentina podría duplicar en tres años la cantidad de etanol que usa en sus combustibles, que actualmente es del 12% de la mezcla, dijo a Reuters un funcionario del Ministerio de Agroindustria, lo que le permitiría reducir su déficit energético.
De concretarse el alza -que debe disponer el Gobierno-, la potencia agrícola pasaría a consumir alrededor de 2 millones de metros cúbicos anuales de etanol, elaborado en base a maíz o caña de azúcar.
«La política de Estado de aumentar la participación de etanol en nafta (gasolina) está. Creo que, si se trabaja bien, al doble del uso de etanol se puede llegar a hablar en un plazo de dos o tres años», dijo a Reuters el secretario de Agregado de Valor, Néstor Roulet.
Según Roulet, el país no tendría dificultades en incrementar el volumen de maíz usado para elaborar etanol -que actualmente ronda los 1,2 millones de toneladas- gracias a la fuerte expansión del área sembrada con el cereal luego de que el Gobierno anuló en 2015 impuestos y límites a las exportaciones.
La semana pasada la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dijo que la cosecha de maíz 2016/17 alcanzaría los 37 millones de toneladas, un crecimiento del 23 por ciento con respecto al ciclo previo, impulsado por las políticas liberales del presidente Mauricio Macri.
A su vez, en línea con lo que el año pasado dijo la cámara de la cadena productiva del maíz cuando el Gobierno aumentó la proporción de etanol en la mezcla al actual 12 por ciento, hay capitales dispuestos a ingresar al sector. «Si algo nos preguntan, es sobre esta transformación (en el uso de etanol en gasolina). Tenemos mucha gente dispuesta a invertir en el tema bioetanol», señaló Roulet.
En el país también rige una tasa de mezcla de biodiésel en diésel comercializado del 10 por ciento, pero el secretario señaló que la Comisión Nacional Asesora de promoción de biocombustibles evalúa incrementar la cuota de mezcla, aunque no aún para vehículos particulares.
«Por ahora no es un objetivo que tenemos porque antes de llegar a eso tenemos que comprobar que no vamos a tener un problema en los motores», dijo Roulet, que explicó que sí podría implementarse un aumento en los próximos años para maquinaria agrícola, vehículos de transporte y terminales energéticas.
La Argentina consume cerca de 1 millón de toneladas domésticamente. Sin embargo, el país es un proveedor mundial clave del biocombustible y según Roulet las exportaciones de biodiésel totalizaron aproximadamente 1,7 millones de toneladas en el 2016.