Según el Enviromental Justice Atlas
Con 32 casos conflictivos, se ubica 9º entre 75 naciones de todo el planeta. Casi un 70% de las controversias se vincula con proyectos de extracción minera. La nación con más conflictos es India, con 112.
La Argentina es la 9º nación entre las que tienen mayores conflictos ambientales del mundo; es decir, reclamos comunitarios ante amenazas contra el medio ambiente suscitadas por distintas actividades industriales. Con 32 casos registrados, el país sólo se ubica por debajo de India (112), Colombia (72), Brasil (58), Nigeria (58), Ecuador (48), Turquía (45), Estados Unidos (34) y España (33), según el Environmental Justice Atlas, un ranking impulsado por la Unión Europea (UE) a través de la asociación civil Environmental Justice Organisations, Liabilities and Trade (EJOLT).
De los 32 conflictos identificados a nivel local, ni más ni menos que 22 se relacionan con la actividad minera: el impacto del proyecto Pirquitas sobre el agua y de Minera Aguilar sobre Humahuaca, en Jujuy; la explotación de litio en el Salar del Hombre Muerto, en Salta; la mina de Bajo La Alumbrera, en Catamarca; la extracción de oro en Famatina, en La Rioja; los emprendimientos binacionales Pascua-Lama y Pachón, en San Juan; las minas San Jorge, Ninu y Papagayos, junto con la suspensión de los planes de Exeter en Don Sixto (General Alvear) y el pospuesto desarrollo de Potasio Río Colorado en Malargüe, en Mendoza; las iniciativas Andacollo, Campana Mahuida y Lonco, en Neuquén; la resistencia comunitaria a las prospecciones en Sierra de la Ventana, en Buenos Aires; el yacimiento metalífero Calcatreu, en Río Negro; las obras en Esquel y Navidad, en Chubut; y el desarrollo de San José-Huevos Verdes, Lomada de Leiva y Manantial Espejo, en Santa Cruz.
En tanto, 7 casos tienen que ver con proyectos de biomasa, de agricultura, territoriales y forestales: los planes del Al-Khorayef Group en Chaco; la deforestación en el Alto Paraná y las disputas por adquisiciones de tierras en la misma zona, en Misiones; la actividad papelera de la Universidad de Harvard, en Corrientes; los agroquímicos de Monsanto, en Córdoba y otras provincias; la producción intensiva de alimentos de Heilongjian en Río Negro; y la pugna territorial entre Benetton y la comunidad mapuche, en Chubut.
Dos controversias conciernen a la gestión de recursos hídricos: el impacto de la represa Yacyretá sobre el río Paraná, en Corrientes; y la privatización del acceso al agua, en Tucumán. Y un conflicto, para completar el listado, se vincula con la actividad nuclear y la extracción de uranio: la oposición de la comunidad de Metán al proyecto León, en Salta.
Sin conflictos
Vale destacar que el Environmental Justice Atlas no identificó ningún caso conflictivo a nivel local en 6 de los 10 rubros analizados: los combustibles fósiles, la gestión de residuos, la infraestructura y la construcción, el turismo y la recreación la conservación de la biodiversidad y la actividad industrial en general.
En la sumatoria total, por debajo de la Argentina se posicionan Perú (con 31 conflictos de índole ambiental), Chile (30), Kenia (23), Mozambique (17), Bulgaria (17), Sudáfrica (16), Zimbabwe (12), Canadá (12), Suecia (12), Eslovenia (12), Alemania (11), Bolivia (11), Tanzania (10) y México (10), en ese orden.
De acuerdo con EJOLT, de los 75 países evaluados, los que menos problemas ambientales presentan son Vietnam y Corea del Sur (ambos sin controversias), seguidos por Congo, Myanmar, Dinamarca, Túnez, Austria, Zambia, Grecia e Italia (con un caso cada uno). ›|‹