El directivo de la minera canadiense destacó el potencial geológico de la Argentina. Señaló que el año que viene se invertirán $ 8.700 millones para avanzar con las obras de Pascua-Lama. Y apeló a la articulación entre el Estado y el sector privado en cuestiones ligadas al mercado regulatorio de la industria.
El inicio de la construcción de Pascua-Lama, el primer proyecto minero binacional del planeta, trastocó la rutina diaria de Dante Vargas, gerente general de Barrick en la Argentina. En funciones desde 2008 al frente de la mayor productora de oro del país, este ingeniero peruano llegó a San Juan con el objetivo de consolidar la operación de la mina aurífera Veladero, tres años después de su apertura. Un año más tarde, sin embargo, estaba inmerso en un desafío todavía mayor: lanzar la construcción del emprendimiento binacional emplazado en la frontera con Chile, a más de 4.500 metros de altura.
Tres años después del inicio de las obras, El Inversor Energético & Minero dialogó con Vargas sobre los avances de la iniciativa, la proyección a corto y mediano plazo y los desafíos que enfrenta la minería argentina en su conjunto.
¿Cómo avanza la construcción de Pascua-Lama?, preguntamos al ejecutivo.
Los trabajos en la construcción de Pascua-Lama avanzan según lo establecido para iniciar su operación en la segunda mitad de 2014. El túnel que conectará la parte chilena del proyecto con la parte argentina está avanzado aproximadamente en un 60%, mientras que el 90% de los materiales y equipos requeridos para la planta de procesos ya han sido comprometidos. También están progresando los trabajos para incrementar la capacidad de campamento, con la intención de ampliar todavía más la cantidad de camas para los trabajadores y así darle flexibilidad de construcción adicional al proyecto.
¿Cómo afecta el encarecimiento de los costos la planificación de la obra?
La complejidad de construir una mina en plena Cordillera de los Andes, a casi 5.000 metros de altura, que además es binacional –con todos los permisos que ello requiere–, evidentemente terminó siendo más grande de lo que previmos inicialmente. Las dificultades que fueron surgiendo nos obligaron a extender los plazos de construcción, lo que desembocó en un lógico incremento de costos.
Pascua-Lama es un proyecto desafiante, sin dudas. Tanto, que no sería extraño que muchas empresas lo estén siguiendo con atención, ya que de alguna manera es una experiencia que servirá para el desarrollo de posibles futuros proyectos en zonas de frontera.
¿Cuáles son los números de inversión?
Para la construcción de Pascua-Lama, la compañía lleva invertidos aproximadamente u$s 3.700 millones a ambos lados de la Cordillera, donde se levanta el proyecto, en el Valle del Huasco, provincia del Huasco (Chile), y en el Valle del Cura, en el departamento sanjuanino de Iglesia. Barrick tiene previsto cerrar 2012 con una inversión anual de
$ 5.999 millones en el país: $ 5.220 millones en Lama y $ 779 millones en Veladero, que entró en operación en 2005 y desde el inicio de su construcción, en 2003, recibió inversiones por $ 9.290 millones.
Para 2013, la compañía prevé desembolsar unos $ 9.300 millones en el país: aproximadamente $ 8.700 millones en los trabajos que realiza la compañía en Lama, el lado argentino del proyecto minero binacional, y algo más de $ 600 millones destinará a continuar con la producción de la mina Veladero. En el segundo semestre de 2014 prevemos comenzar a operar Pascua-Lama.
¿Cuáles son las oportunidades y ventajas de la Argentina para atraer inversiones?
En los últimos años ha habido un crecimiento sostenido de la actividad minera en el país y Barrick ha cumplido un papel importante. La Argentina es el sexto país con mayor cantidad de recursos mineros en el mundo, lo que lo convierte en un destino atractivo para las inversiones. Este potencial minero convoca a grandes empresas, nacionales e internacionales, en condiciones de realizar las inversiones que requiere este tipo de emprendimientos. De hecho, de acuerdo con un informe reciente de la consultora económica Abeceb, siete de las firmas más importantes a escala internacional han participado en proyectos mineros en la Argentina, entre los que se incluyen proyectos de oro, plata, cobre, potasio y boratos.
En estos momentos hay dos proyectos muy grandes en construcción: el nuestro, Pascua-Lama, en San Juan, y Potasio Río Colorado, de Vale, en Mendoza.
¿Cómo interpretaron desde la casa matriz las decisiones del Gobierno?
Barrick entiende que una actividad como la minera sólo es posible si se desarrolla de forma mancomunada entre el sector privado y el sector público. Con respecto a la política del Gobierno argentino de impulsar la sustitución de importaciones con productos fabricados en el país, creamos un área dedicada por completo a desarrollar y evaluar técnicamente alternativas para suplir importaciones mediante compras a proveedores de distintos puntos del país y la provincia de San Juan en particular. Es justo decir, de todas formas, que lo que necesitamos importar porque no existía producción local lo pudimos traer. También es importante saber que el año pasado compramos bienes y contratamos servicios por $ 5.098 millones, de los cuales el 85,6% fueron a empresas argentinas. Aun así, la compañía avanza con su programa de sustitución de importaciones, iniciado en 2011: desde entonces, reemplazamos compras externas con contrataciones a proveedores locales por $ 219,43 millones.
¿Cómo evalúan en Barrick el alcance de la Ley de Glaciares?
Nuestras actividades no se realizan en glaciares y Barrick cumple en todo con sus respectivas aprobaciones ambientales, incluyendo la legislación provincial para la protección de glaciares. Estamos legalmente facultados para continuar nuestras actuales actividades sobre la base de las aprobaciones existentes. Adicionalmente, la Corte Suprema tiene todavía que fallar sobre la constitucionalidad de la ley, lo que fue elevado por la provincia de San Juan, sindicatos y la industria minera. Este caso aún está en proceso en la Corte.