El director ejecutivo de Galileo, Osvaldo del Campo, afirmó hoy que con el biogás que se puede producir a partir del desecho orgánico de la vaca, es posible generar «la mitad del gas» que consume la Argentina, y consideró que el país debe ir hacia «un nuevo modelo de gasificación» porque los gasoductos «están al límite» de su capacidad.
«Hay una enorme cantidad de gas en Vaca Muerta. Pero hay una infinita cantidad de gas en los animales», aseguró Del Campo a Télam, quien precisó que «una vaca puede producir un metro cúbico de gas por día».
Así subrayó que «en la Argentina hay 50 millones de vacas que podrían generar 50 millones de metros cúbicos diarios de gas que equivalen a la mitad de lo que consume el país por día».
«Hoy estamos en una etapa 3.0 de la industria, donde el gas prolifera por todos lados. Están empezando a aparecer fuentes renovables del gas, como el biogás, un combustible renovable muy atractivo», indicó.
Explicó que «Galileo ya hizo la experiencia en Italia de transformar bosta de vaca en gas, que a su vez propulsa la flota de camiones de una empresa lechera».
Del Campo puntualizó que «en Argentina más de la mitad de la población no tiene acceso al gas».
Consideró luego que «todo el nuevo gas que hay en la Argentina, debe ser puesto en manos de la gente a través de una lógica distinta», y sostuvo que «es preciso ir a un nuevo modelo de gasificación en el país».
Indicó que «Argentina expandió sus redes de gas prácticamente hasta el límite de las mismas», y señaló que «no hay ningún usuario que pueda conectarse a la red de gas, si no es a partir de un subsidio del Estado».
Galileo comenzó a trabajar en los último años en la distribución de gas natural licuado (GNL) a partir de acondicionar y comprimir el fluido en boca de pozo o en un gasoducto convencional, transportarlo por carretera y entregarlo, a través de su inyección en una red de distribución, a la presión y niveles de demanda requeridos por los consumidores.
La iniciativa de Galileo toma el modelo de una estación de licuefacción concebida para licuar gas y embarcarlo en un buque tanquero, que lo lleva hacia un destino de ultramar; para adaptarla a espacios pequeños y hacerla portable a las necesidades de movilidad.
Así, la nanoestación de licuefacción cumple la función de licuar el gas y colocarlo en contenedores que se transportan por rutas a cualquier punto del país, pero no es estática, sino que puede moverse con facilidad de un pozo a otro o trasladarse a otro sitio donde se requiere su operación.
La compañía inaugurará el próximo viernes su nueva central termoeléctrica en la localidad de Anchoris, en la provincia de Mendoza, emprendimiento que demandó la inversión de US$ 67 millones.
La nueva central estará alimentada por gas natural proveniente de pozos no conectados a los gasoductos y localizados en la zona de Malargüe.
Se trata de gas natural argentino que no podía ser aprovechado con la tecnología disponible y que ahora será licuado directamente en los pozos para ser llevado a la central en camiones equipados con cisternas criogénicas, una modalidad de transporte de GNL que se define como Gasoducto Virtual.
La central posee una potencia instalada de 40 megavatios, suficiente para abastecer a 15.000 hogares, utilizando el fluido de pozos petroleros que están venteando gas porque están inactivos o no están conectados al sistema.
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