La construcción de las dos represas sobre el río Santa Cruz tendrá en julio la audiencia pública que permitirá analizar el estudio de impacto ambiental del complejo hidroeléctrico, lo que habilitará al gobierno nacional a solicitar a la Justicia que se levante la medida cautelar dispuesta por la Corte Suprema para retomar las obras.
De esta manera, el gobierno podrá avanzar con el cronograma trazado desde China por el presidente Mauricio Macri, luego de su reunión con su par Xi Jinping, para que la construcción de las represas Néstor Kirchner y Gobernador Cepernic puedan arrancar alrededor de septiembre, lo que demandará una inversión total estimada en u$s 5.000 millones.
Desde el Ministerio de Energía se explicó la estrategia que seguirá a partir de esta semana para subsanar las dificultades que surgieron en cuestiones legales y ambientales para la construcción de las obras, las que contarán con participación y financiamiento de empresas chinas, y que tiene como eje central la realización de Audiencia Pública.
Las obras están suspendidas desde el 21 de diciembre por la vigencia de un recurso de amparo aceptado por la Corte Suprema de Justicia que con el voto unánime de sus cinco integrantes dispuso la implementación del proceso de evaluación de impacto ambiental y audiencia pública, para lo cual derivó la causa a la Justicia Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal de la Ciudad de Buenos Aires.
El amparo había sido impulsado por la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas de la Patagonia y la Fundación Banco de Bosques, a raíz del impacto ambiental que, según advierten las organizaciones ambientalistas, acarrearía el emprendimiento.
Esta instancia de audiencia está contemplada en la Ley 23.879 de Obras Hidráulicas que dispone que el Poder Ejecutivo debe proceder a realizar la evaluación de las consecuencias ambientales que, desde el punto de vista sismológico, geológico, hidrológico, sanitario y ecológico en general, podrían producir las represas planificadas.
Para ello, el primer paso que seguirá el Gobierno es la entrega para la semana próxima del estudio de impacto ambiental que realizó Emprendimientos Energéticos Binacionales (Ebisa, una sociedad anónima de capital estatal), que se realizó en función de las modificaciones técnicas que impulsó el Gobierno sobre el acuerdo original, y que acordó mediante las adendas firmadas en agosto y octubre de 2016.
Ese estudio de impacto de las represas permitió confirmar, antes del viaje de Macri a China, que las obras eran viables ambientalmente en la medida que se cumplieran ciertas medidas de compensación y mitigación que permitieran proteger la flora y la fauna en la provincia y mantener el caudal ecológico durante el desvío del río y el llenado de las represas.
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